La inseguridad alimentaria se percibe en siete de cada 10 hogares mexicanos ubicados en las zonas metropolitanas del país, donde la pobreza ha crecido en los últimos cuatro años y la adquisición de la canasta básica es cada vez más difícil.

 

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2012, de esos siete hogares, cuatro se sintieron en inseguridad leve; dos en inseguridad moderada; y uno más en inseguridad severa.

 

Teresa Shamah, jefa del Departamento de Vigilancia de la Nutrición del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), explicó que esto no significa que los hogares no tengan que comer, ya que en la encuesta sólo se les preguntó por la cantidad y calidad de los alimentos que consumen.

 

No obstante, Julieta Ponce, directora del Centro de Orientación Alimentaria (COA) indicó que la encuesta refleja que la gente “percibe que no está comiendo como debería comer, o percibe que no le alcanza el dinero para comprar alimentos o percibe que alguien de la familia no está comiendo, o que alguien deja de comer para que otros coman”.

 

Los primeros resultados de la encuesta no muestran la calidad de los alimentos que están comiendo. “Probablemente no es que las personas se queden con hambre, sino que están cubriendo ese apetito con otros alimentos calóricos industrializados y entonces no tenemos una medición o una percepción de lo que es la calidad alimentaria.

 

Añadió que es preocupante que la cantidad de hogares que perciben dicha inseguridad alimentaria (70%) en las zonas urbanas sea igual a la media nacional y sólo 10 puntos porcentuales menos que los hogares en las regiones rurales.

 

El Informe de Resultados de la Medición de la Pobreza 2010 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) indica que la pobreza avanzó más en las ciudades que en el campo y sigue en aumento.

 

Ecatepec, Iztapalapa y la ciudad de Puebla encabezan la lista de municipios con mayor número de personas en situación de pobreza. Le siguen León; Tijuana, Ciudad Juárez, Neza, Acapulco, la delegación Gustavo A. Madero, Guadalajara, Morelia, Zapopan, Mexicali y Naucalpan; incluso nueve de ellos repiten en los municipios con personas en situación de extrema pobreza.

 

Así mismo, el índice de tendencia laboral de la pobreza, también del Coneval y que mide la situación económica y el poder adquisitivo de la gente, ha subido a 1.3 puntos en las ciudades, mientras que en las áreas rurales se mantiene en un punto.

 

Esto significa que los habitantes urbanos no tienen suficientes recursos económicos para obtener los alimentos de consumo básico, ya que se registra una pérdida de capacidad adquisitiva del sueldo de los empleados.

 

Si bien la situación de pobreza e inseguridad alimentaria se mantiene igual en las zonas rurales del territorio mexicano, Julieta Ponce señaló que la situación es alarmante porque la pobreza está llegando a las grandes ciudades, mientras que en el campo la gente no tiene qué comer, a pesar de que son productores de alimentos.