JERUSALEN. El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, anunció abruptamente el lunes que deja la política, cimbrando el sistema político del país unas semanas antes de las elecciones generales.

 

Barak, el militar israelí más condecorado y alguna vez primer ministro, dijo que permanecerá en su puesto hasta que se forme un nuevo gobierno tras las votaciones del 22 de enero.

 

Su renuncia podría significar la partida de la influencia más moderada sobre el primer ministro Benjamin Netanyahu, de línea dura y quien tiene una ventaja amplia en las encuestas, por lo que se espera que gane las elecciones.

 

Barak, de 70 años, encabeza una pequeña fracción centrista en el Parlamento. Frecuentemente fungió como enviado extraoficial de Netanyahu a Washington para limar asperezas con el gobierno del presidente Barack Obama.

 

Su partida llegará en un momento clave para Israel, mientras la nación busca su camino en una región donde el antiguo orden de los autócratas árabes fue desplazado por revueltas populares y el ascenso de partidos políticos islamistas.

 

Israel también analiza la conveniencia de atacar el programa nuclear de Irán, que el Estado judío teme que apunte al desarrollo de armas atómicas, una acusación que Teherán niega.

 

Hace menos de una semana, Barak dirigió una ofensiva militar de ocho días contra el grupo extremista Hamas, que gobierna la Franja de Gaza. Los combates, para poner fin a los ataques con cohetes desde el territorio palestino, terminaron con una tregua frágil.