VATICANO. La congregación de los Legionarios de Cristo afronta una creciente presión judicial como consecuencia de diversos procesos tanto en Estados Unidos, como en España, mientras conduce una batalla legal contra el hijo de su fundador.

 

Inmersa en un proceso interno de reforma, producto de los escándalos ligados a su iniciador Marcial Maciel Degollado, la comunidad religiosa se ha visto obligada a responder a tres denuncias en Estados Unidos y a un proceso administrativo en España.

 

La más famosa de las demandas corresponde a la presentada el 27 de julio de 2010 en los tribunales de Connecticut por José Raúl González Lara, hijo biológico del difunto fundador y fruto de una relación amorosa de éste con la mexicana Blanca Gutiérrez Lara.

 

Mientras este proceso judicial aún permanece abierto, en México la Legión demandó, a su vez, al propio González Lara por el delito de extorsión ya que éste -en 2010- les habría solicitado la suma de 26 millones de dólares a cambio de su silencio.

 

Ese no es el único proceso legal que afronta la institución, empeñada por otros dos casos en Estados Unidos, ambos reclamos de familiares de exmiembros que donaron millones de dólares a la obra.

 

El 7 de septiembre pasado el juez Michael Silverstein, del tribunal superior de Rhode Island, dio la razón a la orden ante el reclamo de Mary Lou Dauray, sobrina de la adinerada viuda Gabrielle Mee, quien donó 60 millones de dólares a la congregación.

 

La más reciente demanda en ese país fue presentada por Paul Joseph Chu el 9 de noviembre pasado, también en la corte de Rhode Island, contra una serie de asociaciones vinculadas con los legionarios.

 

El hijo del fallecido profesor James Boa-Teh Chu acusa a las autoridades de la congregación de haber manipulado a su padre para que cambiase su testamento poco antes de morir y dejase la herencia de un millón de dólares.