Unos días después de que Toyota se amparó en contra de las nuevas normas para la fabricación de automóviles verdes en México, Chrysler obtuvo una suspensión provisional para que no se aplique la ley.

 

Un documento de la empresa estadunidense enviado a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) expone que la Tercera Sala Regional Metropolitana del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa le concedió una medida cautelar contra un proyecto, con el cual la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) busca la fabricación de vehículos con un rendimiento de 14.9 kilómetros por litro de gasolina, en lugar de los 13 kilómetros por litro o menos que actualmente queman los autos.

 

24 HORAS pidió la explicación de la armadora de por qué frenaba la norma mexicana, si cumplía con la misma ley en Estados Unidos. Su respuesta fue:

 

“Grupo Chrysler está comprometido con las mejoras en materia de eficiencia energética, lo que se demuestra a través de su reciente apoyo a la norma de los Estados Unidos”.

 

“La norma de eficiencia energética en Estados Unidos incluye tres elementos muy importantes”, precisa.

 

Chrysler dice que la ley planteada por las autoridades estadunidenses pide un rendimiento del vehículo en una prueba estandarizada.

 

Además, el gobierno de Estados Unidos encabezado por Barack Obama da créditos por la producción de vehículos con combustibles alternos y créditos generados hasta cinco años atrás del periodo de aplicación de la norma, para los fabricantes que exceden el requerimiento de la misma.

 

“Sin embargo, la propuesta de la nueva norma en México no contempla estos dos últimos elementos y mantiene el mismo objetivo de rendimiento para el fabricante, aun y cuando estos créditos no están disponibles”, enfatiza la compañía en una respuesta enviada por correo electrónico a este diario.

 

“Los vehículos comercializados por Grupo Chrysler en México incorporan los mismos adelantos tecnológicos que introducimos en Estados Unidos y Canadá”, asegura la empresa.

 

Pero la producción de autos más limpios que exige México les incomoda.

 

“Se otorga la medida cautelar provisional, a efecto de que no se continúe con el procedimiento de la Norma Oficial Mexicana”, dice el documento en poder de la Cofemer.

 

Una norma de eficiencia energética para vehículos permitirá a México contar con más modelos de automóviles capaces de recorrer un mayor número de kilómetros por la misma cantidad de combustible, que se traducirá en ahorros económicos para los automovilistas, explica la autoridad ambiental mexicana.

 

A principios de noviembre, 24 HORAS informó que Toyota se amparó en contra del proyecto, que establecía una reducción de emisiones de dióxido de carbono en los automotores nuevos desde el año 2014 y hasta 2016 que sean comercializados en el mercado mexicano.

 

“Toyota y distintas marcas, representadas por la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), como la voz de la industria, interpusimos un juicio de nulidad por la norma de eficiencia energética que se pretendía publicar”, dijo a este diario Ana María Vallarino, directora de Comunicación y Relaciones Públicas de la compañía japonesa.

 

“Lo que pasa es que en países como Estados Unidos se está considerando la eficiencia energética integral, que toma en cuenta créditos flexibles y la tecnología híbrida. La norma que se pretende aprobar en México es más estricta”, detalló la vocera.

 

“Grupo Chrysler comparte el interés de la AMIA en lograr una norma de eficiencia energética para México que esté alineada con las regulaciones de Estados Unidos y Canadá”, agrega la firma de automóviles de origen estadunidense.

 

Chrysler de México le solicitó a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria una revisión de la ley ambiental, ya que considera que el anteproyecto podría tener un amplio impacto en la economía o un efecto sustancial sobre el sector automotriz.

 

La compañía también pidió la asignación de un experto con cargo al presupuesto del organismo o dependencia para que analicen el proyecto de eficiencia energética.

 

“Chrysler se compromete a designar su propio experto para que revise la manifestación del impacto regulatorio presentada el 12 de noviembre de 2012 por la Semarnat, una vez que la Cofemer autorice el experto designado por la referida Secretaría, a fin de tener una equidad procesal dentro del procedimiento administrativo, así como para que se respete el derecho humano y de audiencia, pues de otro modo se le dejará en total estado de indefensión jurídica”.

 

Por su parte, Toyota insiste en que la ley para la construcción de autos verdes no pasará, y también solicita el nombramiento de un experto para que evalúe la norma de la que está amparada.

 

La automotriz japonesa solicitó ampliar y corregir la manifestación de impacto regulatorio de la norma, que pide a la armadoras la fabricación de automóviles verdes en sus fábricas en este país.

 

“La manifestación de impacto regulatorio resulta aún defectuosa, pues no permite determinar e identificar de manera correcta los alcances y costos de implementación del proyecto”, manifiesta Toyota Motor Sales de México a través de un documento enviado a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria.

 

Según la compañía, también se requiere la designación de un experto  para que realice un análisis puntual y emita su opinión sobre la norma de eficiencia, la cual coadyuve en aclarar los puntos donde se tengan dudas.

 

“La Comisión Federal de Mejora Regulatoria ha reconocido que el anteproyecto de Norma Oficial Mexicana a su consideración tendrá un alto impacto en la industria automotriz y se ha solicitado previamente la presentación de ampliaciones y correcciones a la manifestación de impacto regulatorio”, agregó Toyota.