Los jueces deben ser capaces de proteger derechos y transformar el entorno social, por ello es necesario enaltecer función jurisdiccional pues de nada sirve la ley si no se aplica a cabalidad, expuso Julio Vázquez-Mellado, uno de los aspirantes a suceder a Guillermo Ortiz Mayagoitia, ministro de la Suprema Corte de la Nación.

 

Además  habló de su trayectoria y explicó que el Derecho no es un fin en si mismo, sino que es una herramienta para la convivencia entre los seres humanos, para tratar de encontrar la paz social.

 

Previo a Vázquez-Mellado, actual magistrado del Séptimo Tribunal Colegiado en material civil, mostraron su postura Alberto Gelacio Pérez Dayán y Rosa Elena González Tirado, magistrada del Circuito Décimocuarto del Tribunal Colegiado en Materia Administrativa.

 

Pérez Dayán afirmó que el nuevo marco constitucional en materia de derechos humanos y la Ley de Amparo son las asignaturas prioritarias de la Corte, que deberá “fondear y madurar nuevas figuras del enjuiciamiento constitucional a través de sus fallos y jurisprudencias”.

 

Por su parte González Tirado, se comprometió a tener interlocución permanente con los justiciados para que haya congruencia entre realidad y justicia; mientras que Pérez Dayán ofreció “ser un juez con visión de Estado, que atienda la realidad nacional y busque la justicia sobre todas las circunstancias”.

 

De la segunda terna, que pretende encontrar sustituto del ministro Salvador Aguirre Anguiano, dio inicio Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena,  único candidato que no pertenece al orden judicial y actual jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), quien se pronunció a por fortalecer la protección de justicia, los derechos humanos y la libertad.

 

“Ofrezco ser un juez con visión de Estado, que entienda la realidad del país, que busque la justicia por todas las circunstancias, Y siempre privilegiaré el bien común”, aseguró.

 

En seguida Norma Lucía Piña Hernández, magistrada del Décimocuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, destacó que la labor judicial es  buscar sentencias que contribuyan a la democracia en una sociedad multicultural.

 

Sostuvo que las decisiones de los ministros deben estar basadas en la imparcialidad, “que el criterio no esté sesgado en favor o en contra de algunas de las partes”.

 

Sin embargo, advirtió que “imparcialidad no significa neutralidad, pues el juez constitucional no puede prescindir de los valores que marca la Constitución y demás ordenamientos jurídicos”.

 

El tecer candidato, Ricardo Romero Vázquez, magistrado del Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil, considero que un juez constitucional debe conocer, entender y aplicar la ley con prudencia e imparcialidad.

 

Cada uno de los candidatos expuso 20 minutos ante el pleno del Senado y sin sesión de preguntas. A las 17:00 horas, se presentarán ante la Comisión de Justicia del Senado, que deberá elaborar los dictámenes de idoneidad para elegir a los dos ministros que concluyen su periodo el próximo 30 de noviembre.

 

Expresó que los tribunales no son laboratorios de la imaginación donde se experimente con la vida, la libertad o el patrimonio de las personas”, sino son “la conclusión de la experiencia y el estudio”.