Están acusadas de incitar a la violencia, golpear a un policía, resistirse al arresto e incluso tratar de huir de las autoridades, pero Marisol y Vicky Terrazas, vocalistas del grupo Los Horóscopos de Durango, confían en que saldrán bien libradas de este episodio.

 

“Hay varias cosas que ustedes no saben y que después se van a dar cuenta” dijo Vicky durante una improvisada conferencia de prensa realizada a las afueras de la oficina de su abogado Luis Fernández, en Miami antes de viajar a Chicago.

 

Las cantantes, con un semblante de cansancio y preocupación, no respondieron preguntas relacionadas al caso, por consejo de su abogado, y sólo se limitaron a decir que se sienten contentas de estar fuera de la cárcel.

 

De acuerdo con documentos del arresto las hermanas Terrazas y Antonio Medina, otro integrante de la popular banda de música regional mexicana y novio de Vicky, enfrentan cargos por inducir a la violencia, resistirse al arresto y golpear a un policía.

 

Luego de pasar la noche del domingo tras las rejas, las cantantes fueron liberadas bajo fianza. Marisol, acusada de incitar a la violencia y resistirse al arresto, tuvo que pagar una fianza de 31 mil dólares.

 

Su hermana Vicky, que enfrenta cargos de golpear a un oficial, resistirse al arresto e incitación a la violencia, tuvo que pagar una fianza de 90 mil dólares. Por su parte, Medina fue acusado de golpear a un oficial y le fue impuesta una fianza de 30 mil dólares.

 

 

Argumentan inocencia

 

Según el abogado de las cantantes la Fiscalía del condado Okeechobee tiene hasta el 12 de diciembre, para investigar, recolectar pruebas y hablar con testigos para que se les presenten formalmente los cargos en la corte.

 

Fernández aseguró que tienen varios videos (algunos de los cuales circulan en Internet) y pruebas para demostrar que sus clientas no son responsables de los delitos de los que les acusa.

 

Indicó que el conflicto comenzó fuera del escenario y que Marisol no incitó a la violencia, sino que por el contrario pidió que detuvieran el problema y que no se usaran contra del público armas de descargas eléctricas.

 

“Las imágenes hablan por sí mismas. Nosotros vamos a tratar de proporcionarle a la fiscalía todos los datos que tenemos, incluyendo los videos para que ellos puedan tomar la decisión que consideramos será la justa y esperamos que sea a favor de ellas”, dijo Fernández quien explicó que se trata de delitos en tercer grado que conllevarían a una pena de cinco años en prisión por cada uno.

 

De acuerdo con los documentos oficiales, el pasado 11 de noviembre, durante un concierto que se realizaba en el Okeechobee Agri-Civic Center y al que acudieron unos mil 600 asistentes, se produjo una pelea que miembros de la seguridad privada del lugar trataron de controlar.

 

Algunos de los ocho alguaciles de la oficina del jefe de la policía que se encontraban en el lugar acudieron para apoyar al personal de seguridad. Posteriormente, una de las cantantes (Marisol) detuvo la música y comenzó insultar a la autoridad a través de los altavoces lo que llevó al efecto inmediato de la conducta agresiva de la multitud, dice el documento.

 

Terrazas, aseguran las autoridades, se estaba refiriendo con groserías en inglés y español a los oficiales y cuando se le advirtió que se detuviera o sería arrestada. La cantante desafió las órdenes y dijo en el micrófono que la fueran a buscar al escenario. En ese momento, se le informó a la “La Güera”, como también se le conoce, que estaba bajo arresto ante lo cual arrojó el micrófono en el escenario.

 

Vicky, en tanto, se interpuso entre su hermana un oficial. Y cuando el oficial intentó ponerla bajo arresto, le dio una patada a uno de los oficiales en la ingle.

 

Por su parte, Medina tomó el brazo del oficial y separó a la cantante de éste. En el momento el agente fue golpeado en la cabeza con una lata de cerveza.

 

Las autoridades aseguran que las hermanas Terrazas huyeron del lugar de los hechos y fueron detenidas más tarde en un vehículo cuando intentaban abandonar la zona.

 

En entrevista con AP, el alguacil de Okkechobee, Paul May, lamentó que este suceso haya ocurrido en el condado pero defendió la acción de los ocho alguaciles que se encontraban en servicio esa noche.

 

“Ellos hicieron lo que tenían que hacer para controlar la situación. Había aproximadamente 1.600 personas que asistieron y grandes cantidades de alcohol… Todos nuestros agentes están bien. Creo que frente a la situación y el potencial de violencia, nuestros agentes hicieron un trabajo excepcional”, dijo May.

 

Además negó que alguno de los alguaciles presentes en el lugar haya usado pistolas eléctricas contra el público. “Todo indica que un arma eléctrica fue usada por la seguridad privada, pero en ningún momento por parte de nuestros oficiales”.