BARCELONA. El presidente de Cataluña, Artur Mas, adelantó al 25 de noviembre las elecciones regionales previstas para 2014 para dar paso a un proceso en el que los catalanes decidan sobre el futuro de la relación de esta comunidad autónoma con España, en medio de una fuerte crisis económica.

 

“En momentos excepcionales, decisiones excepcionales”, dijo el nacionalista Mas en un discurso ante el Parlamento regional en el que justificó el anticipo electoral en la multitudinaria manifestación independentista del 11 de septiembre en Barcelona y en el rechazo del Gobierno español a un trato fiscal especial a Cataluña.

 

Para Mas, que encabeza la coalición Convergencia i Unió (CiU, centroderecha nacionalista), dicha manifestación fue un “gran acto de fe en Cataluña” que le obliga a él y a los demás dirigentes políticos a dar nuevos pasos y dejar que se pronuncien las urnas.

 

El dirigente nacionalista considera que “ha llegado la hora” de que esta comunidad autónoma ejerza “su derecho de autodeterminación” para conseguir un Estado propio en una o dos legislaturas.

 

“No va a ser fácil, pero es posible que el pueblo catalán elija su futuro”, dijo Mas, quien advirtió que el Parlamento que salga de las urnas el 25 de noviembre “deberá hacer frente a una misión histórica, probablemente la más compleja y trascendente de los últimos 300 años, también la más arriesgada”.

 

El anuncio del anticipo electoral se produce en un momento en el que Cataluña, como el resto de España, sufre las consecuencias de una larga y profunda crisis económica, con un fuerte incremento del desempleo (casi el 25% en la media nacional) y drásticos recortes sociales que han sembrado el descontento.

 

El dirigente catalán justificó también su decisión en la negativa del Gobierno español a conceder a la comunidad que preside un trato fiscal especial.

 

El pasado 20 de septiembre, durante una reunión en Madrid, el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, rechazó el pacto fiscal propuesto por Mas porque -dijo- no tiene acomodo en la Constitución, aunque aceptó analizar la revisión del actual sistema de financiación autonómica.
Cataluña, al igual que las demás comunidades autónomas españolas, atraviesa grandes dificultades de financiación debido a la crisis y a la exigencia de cumplir este año un objetivo de déficit público fijado en el 1.5% del PIB para las autonomías.

 

Por ello, el pasado mes de agosto, después de acometer fuertes recortes, pidió al Gobierno español acogerse al Fondo de Liquidez creado para las regiones para pedir prestados 5 mil millones de euros.

 

Mas pretendía para Cataluña un concierto económico especial como el que tienen el País Vasco y Navarra, regiones del norte de España que recaudan sus tributos y aportan al Estado español una cantidad pactada. En ambos casos esta especificidad esta recogida en la Constitución española. Cataluña, con 7,5 millones de habitantes, aporta el 18 por ciento al PIB español. EFE