Una de las características de Estados Unidos es que por lo general sus productos vienen en presentación “Jumbo”. Esto no será más en Nueva York.

 

El alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, propuso en mayo pasado una norma para prohibir la venta de refrescos de tamaño extra grande en restaurantes, cafeterías y otros establecimientos. Esto tendría como finalidad reducir los altos índices de obesidad. La polémica medida, fue finalmente aprobada por el Comité de Salud este 13 de septiembre y entrará en vigor en marzo del 2013.

 

Así, todos los establecimientos públicos donde se sirvan comidas y bebidas para ser consumidas en el mismo local dejarán de servir refrescos de veinte onzas, que aproximadamente son 0.59 litros. Este es el tipo de bebidas que se sirven en cadenas de comida rápida como MacDonald’s, Burger King o KFC. Ahora, el tamaño máximo será de 16 onzas, o 0.47 litros.

 

(Foto: AP) 

 

A pesar de que la medida puede ser considerada positiva para la salud de la población, ha generado más posiciones en contra que a favor. Y es que sólo aplica para las bebidas que tengan un valor nutricional de 25 calorías o más por cada ocho onzas o 0.23 litros.  No se aplica a bebidas light y sobre todo, quedan excluidos los cafés gigantes de Starbucks aunque algunas de sus bebidas extra large, pueden alcanzar las 600 calorías.

 

Tampoco se aplicará la reglamentación en supermercados ya que los alimentos y bebidas no se consumen ahí. La multa por la violación a esta ley será de 200 dólares.

 

(Foto: AP ) 

 

La prohibición no ha sido tampoco bien recibida por los fabricantes y distribuidores. De hecho, formaron la asociación New Yorkers for Beverage Choices (Neoyorquinos por la elección de bebidas), a la que incluso Coca Cola pertenece y quienes han anunciado que no permitirán que se aplique la medida.

 

Por su parte la población tampoco aprueba del todo la medida e incluso han firmado una petición para manifestar su oposición.

(Foto: AP)

 

No es la primera medida del estilo que promueve el independiente Michael Bloomberg, alcalde de Nueva York desde 2002. En 2007 ordenó a las cadenas de restaurantes que publicaran la cantidad de calorías de todos los alimentos del menú. También en 2009, la legislatura local propuso un impuesto del 18% sobre bebidas azucaradas, que nunca pasó y que quedó en el olvido.

 

 

(Foto: AP. Alcalde de Nueva York, Michel Bloomberg el pasado 13 de septiembre anunciando la luz verde al proyecto)