El desperdicio de agua por parte de autoridades y ciudadanos afectará no sólo al medio ambiente, también al bolsillo de los mexicanos. La población terminará pagando el sobreprecio de los alimentos por las sequías que continuarán presentándose en el campo, aseguró Eugenio Barrios, director del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés).

 

Durante la presentación del estudio “La huella hídrica de México en el contexto de Norteamérica”, se indicó que el país perdió seis millones de toneladas de maíz y 120 mil toneladas de frijol por la sequía que vive el país desde 2010.

 

Esto provocó la importación de estos granos, lo que a su vez contribuyó al aumento de 10% de los precios que se observa desde agosto pasado.

 

El director de la WWF afirmó que el reto es producir el doble de los alimentos que actualmente salen del campo mexicano, pero con la menor cantidad de agua.

 

Se calcula que cada mexicano utiliza dos millones de litros de agua al año, aunque no todos se los bebe, 92% consume en frutas, verduras, granos, carne y otros productos alimenticios procesados.

 

“Se puede hacer, hay países como Estados Unidos que producen más maíz que nosotros y con menos agua, pero necesitamos políticas pública que lo logren”, afirmó Barrios.

 

El estudio indica que la carne, el maíz y los lácteos acaparan 39% del agua que consumimos en productos alimentarios.

 

Por ello, las organizaciones civiles proponen a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) mejorar la distribución y uso del líquido, al mismo tiempo que promueve entre los ciudadanos la exigencia de nuevas técnicas que permitan el aprovechamiento.

 

“Tenemos que pensar en el agua como en las emisiones de gases contaminantes y hacer una conciencia de toda el agua que utilizamos y no vemos”, dijo Barrios.