El escritor y poeta mexicano Ernesto de la Peña falleció este lunes en la Ciudad de México a los 84 años. Sus restos serán velados en el Panteón Francés de la capital mexicana.

 

De la Peña, nacido el 21 de noviembre de 1927 en la ciudad de México, ganó el Premio Xavier Villaurrutia en 1988 por la obra “Las estratagemas de Dios”.

 

La presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar, expresó su pesar por la muerte del polígrafo mexicano Ernesto de la Peña, y aseguró que “las letras mexicanas, la patria de la ñ, están de luto: pierden a uno de sus mayores estudiosos”. También informó por esta misma vía que mañana se llevará a cabo un homenaje en el palacio de Bellas Artes a las 12 del día.

 

En su cuenta de “Twitter”, la funcionaria cultural destacó que ya habló con la señora María Luisa, la viuda del maestro de la Peña, quien le informó que el académico de la Lengua será velado en el Panteón francés, de la capital mexicana.

 

El escritor y poeta mexicano Ernesto de la Peña, era un insigne personaje de la cultura mexicana al que nada de lo humano le fue ajeno y cuya curiosidad intelectual no concibió límites.

 

Así lo describió el pasado jueves el director de la Academia Mexicana de la Lengua (AML), Jaime Labastida Ochoa, durante la ceremonia en El Colegio de México, en la que recibió el Premio Menéndez Pelayo 2012, que no había podido recoger en España, por encontrarse indispuesto.

 

De la Peña nació el 21 de noviembre de 1927, en la Ciudad de México. Estudió la licenciatura en Letras clásicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde conoció a filósofos presocráticos, filosofía de la ciencia, idioma árabe, sánscrito y lingüística indoeuropea.

 

El escritor dedicó gran parte de su vida a estudiar tanto lenguas occidentales como orientales, dominó cerca de 30 idiomas.

 

Tuvo una participación activa en la televisión, por ejemplo, en Canal 22 donde fue conductor titular, y haciendo colaboraciones culturales en la televisión comercial.

 

Era miembro del Consejo de Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y miembro del Consejo Consultivo del Archivo General de la Nación.

 

En 1988 recibió el Premio “Xavier Villaurrutia” por la obra “Las estratagemas de Dios”, así como la Medalla conmemorativa por los 3000 años de Jerusalén otorgada por la embajada de Israel en México.

 

Entre sus obras publicadas destacan los cuentos “Las estratagemas de Dios” (1988) y “Las máquinas espirituales” (1991), la novela “El indeleble caso de Borelli” (1991), el poemario “Mineralogía para intrusos” (2005), los ensayos “El centro sin orillas” (1997), “La rosa transfigurada” (1999), “Castillos para Homero (2009).

 

Este año, Ernesto de la Peña había obtenido el “XXVI Premio Internacional Menéndez Pelayo” debido a su labor por difundir la cultura a las nuevas generaciones, así como por ser un erudito de las lenguas clásicas y modernas de toda índole.

 

El escritor, quien fue traductor oficial de las secretarías de Relaciones Exteriores y de Hacienda y Crédito Público, había sido nombrado miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua el 14 de enero de 1993.