Madrid. África se consolida como una de las principales bases de las redes del tráfico de cocaína, bien porque los cárteles emplean sus países como almacenes o por su costa occidental, ruta por donde transitan camufladas entre pesqueros las embarcaciones con droga desde América del Sur a Europa.

 

Así lo asegura el jefe de la Unidad española de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO), Eloy Quirós, quien subraya que los cárteles colombianos ven en África y su costa oeste una ruta privilegiada de entrada al mercado europeo.

 

El pasado mes de agosto se cerró con un récord en la lucha contra el tráfico de cocaína, con la incautación de cinco toneladas en distintas operaciones.

 

La más relevante de ellas concluyó el pasado 15 de agosto cuando el Grupo Especial de Operaciones (GEO), en colaboración con otras policías, interceptó un carguero con 3,000 kilos de cocaína que había zarpado del Golfo de Guinea y se dirigía a Galicia (noroeste de España).

 

Quirós asegura que un alijo con tanta cantidad de droga es “muy inusual”, ya que la mayoría de las redes de narcotraficantes prefieren no arriesgar y se decantan por tratar de introducir en contenedores 100 o 200 kilos de cocaína.

 

Estas operaciones ponen de relieve, según Quirós, que las organizaciones del narcotráfico tienen consolidada la vía africana para que entre la droga en Europa.

 

Han dejado de lado la ruta mediterránea, mucho más controlada, fundamentalmente en el Estrecho de Gbraltar, y han descartado navegar por el mar del Norte, en el Atlántico, con condiciones climatológicas muy duras.

 

Quirós explica que los barcos pueden bordear la costa africana sin hacer paradas, camuflándose entre los pesqueros que hacen la ruta entre África y Europa, o bien emplear como puertos de tránsito países africanos como Guinea-Bissau o Guinea donde depositan la mercancía para trasladarla en otras embarcaciones en cantidades menores.

 

El continente africano proporciona a las redes colombianas muchas facilidades, pues sus países, además de no tener capacidad policial para luchar de forma eficaz contra el tráfico de drogas, padecen crecientes niveles de corrupción y grupos armados que se podrían financiar con el contrabando de droga.

 

Quirós defiende que el éxito completo no radica solamente en evitar que la droga llegue a destino, sino que “hay que desarticular redes, conseguir condenas, que entren en la cárcel e intervenirles todo su patrimonio”.