CHARLOTTE. La primera dama de EU, Michelle Obama, alabó ayer el “rol crucial” de la comunidad latina para “hacer realidad” la visión de país de su esposo y presidente, Barack Obama, y prometió pelear por la aprobación del “Dream Act”.

 

“No tenemos un solo minuto que malgastar”, dijo Michelle durante un caucus (asamblea popular) de delegados hispanos en el marco de la convención demócrata que se celebra en Charlotte y que nominará oficialmente a Obama como candidato a la reelección.

 

Así, pidió a los delegados hispanos que sigan realizando “un trabajo duro sobre el terreno” para animar a todos los votantes posibles a acudir a las urnas, el 6 de noviembre.

 

El voto hispano representó cerca del 9% en las elecciones de 2008 y se espera que pueda llegar hasta el 11% en los próximos comicios.

 

De los 6 mil delegados que participan en esta convención unos 800 son hispanos.

 

La primera dama instó a todos los hispanos “a tomar parte del proceso democrático” y sostuvo que está “muy orgullosa” del entusiasmo que los simpatizantes demócratas están demostrando en esta campaña.

 

“Mi esposo ha estado trabajando duro por la clase media (…) Ha sido un presidente extraordinario”, subrayó Michelle, que prometió seguir “peleando” por la aprobación del Dream Act, una iniciativa para regularizar la situación de ciertos jóvenes inmigrantes indocumentados, si Obama gana en noviembre.

 

Además, recordó que estas elecciones van a ser más reñidas que las de 2008 y pidió a los estadunidenses que viven en estados tradicionalmente demócratas que no se confíen y vayan a votar como si estuvieran en otros decisivos como Florida, Ohio o Virginia.

 

La primera dama, que supera en popularidad a su esposo, se despidió con un “Sí se puede” en español y repartió besos y abrazos entre los asistentes al caucus.

 

El apoyo al presidente entre la comunidad latina “es muy fuerte, saben que ha estado trabajando mucho y cada día”, destacó por su parte el secretario de Interior, Ken Salazar, quien estaba entre los asistentes al caucus.

 

“La historia (personal) del presidente Obama lo pone en una posición en la que puede entender a la comunidad latina”, anotó.

 

A su juicio, el futuro de más de 50 millones de latinos “se determinará” en el próximo mandato de Obama si consigue ser reelegido.