Con el arribo de unos 100 policías federales y estatales a la comunidad de Nueva Jerusalén, en Turicato, Michoacán, tiene la finalidad de reforzar la seguridad en la zona, frente al conflicto entre dos grupos del lugar, informó el gobierno del estado. En tanto que

 

“Habitualmente ha habido una guardia de 60 policías allá desde el 6 de julio, 30 estatales y 30 federales, los nuevos (100 agentes de ambas corporaciones) se sumarán a este operativo de seguridad. Desde el 6 de julio hemos pedido la intervención del gobierno federal, no para zafarnos del problema sino para que nos ayuden”, dijo ayer Julio Hernández Granados, vocero del gobierno de Michoacán.

 

El 6 de julio, seguidores de Antonio Lara, el líder religioso de la comunidad conocido como Martín de Tour, destruyeron y quemaron la escuela Vicente Guerrero, a donde acudían 34 niños de preescolar, 137 de primaria y siete de telesecundaria que eran atendidos por entre 11 y 12 profesores.

 

En entrevista telefónica con 24 HORAS, Hernández Granados señaló que los policías realizaron ayer rondines, pero “después establecerán algún grupo para que vigile y los otros regresarán a su base”.

 

El funcionario dijo que desde la semana pasada, tras la visita del presidente Felipe Calderón al estado, empezó a intervenir la Secretaría de Gobernación y la Secretaría de Educación Pública, quienes estarán de apoyo.

 

Sobre una eventual solución al conflicto en la comunidad que mantiene sin clases a 178 niños, señaló que “el problema no se resolverá en un día, ya que tiene alrededor de 40 años, seremos prudentes porque un día de clases lo recuperas, una vida humana no se puede recuperar”.

 

La mañana de este lunes, niños y padres de familia de los llamados disidentes -el grupo que quiere que sus hijos reciban educación laica- se manifestaron para exigir el inicio de clases con la instalación de aulas provisionales en tanto se recontruye la escuela en un terreno ubicado a un kilómetro de la entrada principal de Nueva Jerusalén.

 

Esto, luego de que rechazaron la propuesta del gobierno estatal para que los niños tomaran clases en las comunidades de La Injertada, Puruaran o Caramicuas, ubicadas a tres o cuatro kilómetros de Nueva Jerusalén, en el mismo municipio.

 

LUCHA DE PODERES

 

Fernando Cano Ochoa, subsecretario de Gobernación de Michoacán consideró  en entrevista que “la escuela es un mero pretexto que están utilizando, el verdadero problema es el poder por el control de la iglesia”, ya que anteriormente no había instituciones educativas en Nueva Jerusalén y los niños asistían a las que se encontraban en las comunidades cercanas.

 

Refirió que la escuela recientemente destruida inició operaciones hace más de un año y en octubre de 2011 los simpatizantes de Martín de Tour la cerraron cuando el director del plantel, Armando Munguía, no aceptó que le impusieran “qué enseñar a los niños, ni que usaran atuendos religiosos en vez de uniforme”.

 

Durante ese tiempo y hasta junio de este año los profesores daban clases extramuros en casas particulares en lo que el gobierno del estado resolvía el conflicto, por lo que el ciclo escolar se llevó a cabo sin problemas.

 

Los simpatizantes de la comunidad religiosa, quienes se dicen católicos, destruyeron la escuela en julio de este año, un mes después de que el gobierno de la entidad interviniera.

 

Ayer, el secretario de Educación Pública, José Ángel Córdova Villalobos, lamentó que después de una semana los niños en Nueva Jerusalén no hayan iniciado clases debido a que los dirigentes de dicha comunidad quieren impartir su propia educación, pero “eso hay que analizarlo porque la Constitución Política de México establece que la educación en el país es laica”.

 

En un acto en Mérida, Yucatán, el funcionario federal explicó que la Secretaría de Educación Pública (SEP) participa con las autoridades de Michoacán en este asunto para que se resuelva en forma pacífica y “debe haber cautela porque un enfrentamiento puede ocasionar hasta muertos y sería muy lamentable”.

 

“Si bien a nadie se le obliga a que sus hijos estudien en escuelas públicas ni privadas, tampoco se puede permitir que cada quien imparta la educación como consideren porque para ello existen normas e instituciones”, recalcó.