En la primera reunión entre el hombre que logró el mayor número de votos para la Presidencia y los legisladores electos priistas, el último en tomar la palabra fue Enrique Peña Nieto.

 

Desde antes de que empiece la legislatura dejó claro que trabajará en una “sana cercanía” con su partido, para darle “cobijo, impulso y respaldo a las iniciativas que permitan la modernización del país”.

 

Era la fiesta de los legisladores electos, acababan de votar para elegir a sus coordinadores, Emilio Gamboa para el Senado y Manlio Fabio Beltrones para diputados, y departieron en el restaurante Los Morales con el aún candidato presidencial.

 

Primero habló el presidente del partido, Pedro Joaquín Coldwell; después, los futuros coordinadores, y el cierre fue con Peña Nieto, el anfitrión.

 

Antes de su discurso, los legisladores electos corearon su apellido para apoyarlo. Durante y después, se le entregaron en aplausos.

 

Todo indica que es el regreso a Los Pinos, y el discurso de cercanía se da 12 años después de que el último presidente priista, Ernesto Zedillo, alejara a su partido del gobierno y entregara la banda presidencial a un panista. Dos sexenios después de que aquel mandatario decretara  la “sana distancia” entre la Presidencia y el PRI.

 

Peña Nieto, ayer, reiteró sus compromisos con las reformas estructurales y manifestó que ahora les toca cumplir con los cambios propuestos. Recordó que llevará a cabo una Presidencia democrática, no sólo por convicción personal, sino porque así lo demanda México.

 

Invitó a todas las otras fuerzas políticas para que se sumen a la discusión de iniciativas que permitan mayor transparencia, mayor claridad en los espacios para la difusión en los tres niveles de gobierno y creación de la Comisión Anticorrupción.

 

“Éstas son sólo, por citar de manera preliminar y anticipada, algunas de las reformas y de las iniciativas que nos esperan”.

 

En la mesa de honor, los futuros coordinadores parlamentarios, Emilio Gamboa y Manlio Fabio Beltrones, escoltaban a Enrique Peña y, al lado de ellos, los hombres más cercanos del candidato: Luis Videgaray y Miguel Osorio Chong.

 

A los futuros coordinadores legislativos los calificó como dos figuras políticas con capacidad probada en el servicio parlamentario, reconocidos por su capacidad para llegar a acuerdos.

 

Peña Nieto manifestó que es claro el cambio que habrá de ocurrir en la segunda transición democrática que experimenta el país.

 

“Pasamos de ser un partido en la oposición y de un trabajo legislativo responsable y comprometido con la nación, a ser ahora el partido en el gobierno” dijo. “Seré el presidente de los mexicanos a partir del 1 de diciembre”.

 

Antes hablaron el presidente del PRI; Pedro Joaquín Coldwell, quien subrayó que “en un sistema presidencial, el jefe del Ejecutivo es el líder natural del partido en el gobierno”.

 

Acotó que el nuevo liderazgo de Peña Nieto implica un respeto a los derechos políticos de los militantes priistas y amplio diálogo con los órganos resolutivos y de deliberación del partido.

 

Ya desde antes de la comida había sido la foto del recuerdo: la imagen del final triunfante de todos ellos en las campañas electorales. La instantánea del momento en que un candidato presidencial priista volverá a ocupar Los Pinos, después de 12 años de gobiernos panistas.

 

 

Todos se cuadran

 

Los futuros coordinadores priistas tomaron protesta con sus compañeros de bancada, quienes votaron unánimemente a su favor, en lo que fue su último día de reuniones.

 

Primero fue Emilio Gamboa Patrón, quien coordinará a los senadores de la LXII y LXIII Legislatura y reconoció que “la gente espera mucho de nosotros, pero más de nuestro próximo presidente Enrique Peña Nieto”.

 

Y por ello comprometió a los legisladores a dar la cara por él, desde esta trinchera “y demostrar a México que somos la mejor opción y que no los vamos a defraudar”.

 

Tres horas después, los diputados elegían a su coordinador, Manlio Fabio Beltrones, quien aclaró a sus compañeros de bancada que no pueden autoengañarse, simular o construir mayorías ficticias, porque esto podría tener costos muy altos.

 

Y esbozó cinco objetivos que deberá tener el grupo parlamentario: construir las alianzas legislativas que aporten valor al trazo transformador planteado por Enrique Peña Nieto, hacerlas con acuerdos de mediano plazo que recojan hipótesis de trabajo y visiones estratégicas, así como asumir sus responsabilidades para construir el verdadero diálogo, crear los acuerdos indispensables para crecer y no equivocarse porque su única agenda es la del Ejecutivo.

 

Además de la seguridad en el partido con detectores de metales y vallas para la elección de los coordinadores, los priistas bloquearon la señal de celular en los salones donde se llevaron a cabo los eventos.