La descarga de aguas negras en el Sistema Cutzamala no es un problema nuevo; según el Organismo de Cuencas de Agua del Valle de México, desde hace más de una década se observa un incremento de éstas asociado con el asentamiento de comunidades a la orilla de los ríos que lo abastecen.

 

Según reconoció la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a mediados de este mes, se han detectado 60 puntos de descarga a lo largo de los ríos y presas que conforman el sistema que abastece de agua potable a 20 millones de habitantes en 16 delegaciones del Distrito Federal y cinco municipios del Estado de México.

 

Antonio Gutiérrez Marcos, director de Agua Potable y Saneamiento del Organismo de Cuencas de Agua del Valle de México, responsable del funcionamiento del Sistema Cutzamala, reconoció que el problema inicia desde Tuxpán, en el estado de Michoacán hasta Valle de Bravo, en el Estado de México.

 

El funcionario señaló que el problema existe desde 2000, cuando se observó un incremento en las descargas debido a que  pequeñas comunidades comenzaron a asentarse a la orilla de los ríos.

 

“Esto ha ido creciendo, es un tema que va de la mano con el desarrollo urbano. Empezamos en Tuxpan, Ciudad Hidalgo, Agangueo y Zitácuaro, Michoacán; en cada población vemos que las comunidades pequeñas descargan al río y se van arrastrando. Es una práctica a nivel nacional”, dijo en entrevista.

 

En junio pasado, tan sólo en Valle de Bravo, la Conagua presentó 60 denuncias por descargas en contra de los responsables: hoteles, casas particulares, agricultores e incluso el Centro de Readaptación Social del municipio.

 

La Comisión ha insistido en que, a pesar de las descargas de aguas negras, el agua que llega a los consumidores en la Zona Metropolitana del Valle de México es potable.

 

Esto, debido a que la planta de potabilización Los Berros, ubicada en el municipio Villa Victoria en el Estado de México, purifica el líquido antes de enviarlo al tanque Pericos desde donde se distribuye a las redes de agua potables del Estado de México y el Distrito Federal.

 

SABOR A TIERRA MOJADA

 

Los reportes de junio pasado sobre el mal olor y sabor del agua que llega al Valle de México pusieron al descubierto un problema de fondo. Las pruebas realizadas por la Conagua en la presa de Valle de Bravo detectaron la presencia de algas marinas que crecen en el agua estancada, pero proliferaron por las altas temperaturas, la falta de lluvias y las descargas ilegales, cuyos desechos orgánicos las alimentan.

 

De inmediato se detuvieron las descargas y se presentaron las denuncias. Conagua estableció un proyecto a cinco años para mejorar la cuenca de la presa. Primero se realizará un estudio para identificar los puntos de descarga, en el que se invertirán 4.8 millones de pesos.

 

Una vez concluidos se construirán los colectores de aguas negras que las canalizarán a la planta de tratamiento municipal, en cuya modernización se invirtieron recientemente 65 millones de pesos, pero que no recibe los desechos.

 

A largo plazo la meta es reforestar toda la zona y cambiar las lanchas de motor por vehículos eléctricos.

 

En el resto del sistema también se deberán revisar las descargas, modernizar las líneas y continuar la reforestación. Gutiérrez Marcos dijo que se requieren siete mil 500 millones de pesos.

 

CUTZAMALA PARA RATO

 

A 30 años del inicio de sus operaciones, el Sistema Cutzamala cuenta con tres líneas de distribución construidas entre 1982 y 1992, que aportan 19 metros cúbicos de agua por segundo al Valle de México.

 

Desde 1996 quedó pendiente la cuarta línea, que viene del bosque de Temascaltepec, en el Estado de México y aportará 19 metros cúbicos por segundo adicionales.

 

“Tiene capacidad, pero hay que meterle dinero para modernizar el sistema operativo, tiene tecnología que no es obsoleta, pero necesita cambios en algunos puntos y la cuarta línea para abastecer a la ciudad”, expuso Gutiérrez Marcos.

 

Recordó que en 2025 podría suscitarse una crisis del agua porque los pozos están sobreexplotados y el Sistema no será capaz de abastecer el total de agua en el Valle de México.

 

Por ello, desde hace dos años Conagua analiza tres opciones: la cuarta línea de Cutzamala; el río Tecolutla de Veracruz; y los mantos acuíferos de Tula, Hidalgo.

 

El lunes pasado, José Luis Luege Tamargo, director de la dependencia, anunció que comenzaron los estudios en Veracruz, pero no se descartan los otros dos puntos de abastecimiento. Y es que sólo así se evitarán los hundimientos en la ciudad por la extracción del agua del subsuelo.

 

CUTZAMALA

 

20 millones de beneficiarios en la ZMVM

 

7 mil 500 mdp se requieren para la modernización del sistema

 

“Esto ha ido creciendo, es un tema que va de la mano con el desarrollo urbano. Empezamos en Tuxpan, Ciudad Hidalgo, Agangueo y Zitácuaro, Michoacán; en cada población vemos que las comunidades pequeñas descargan al río y se van arrastrando. Es una práctica a nivel nacional”

 

Antonio Gutiérrez Marcos, director de Agua Potable y Saneamiento del Organismo de Cuencas de Agua del Valle de México