El problema de lavado de dinero está acotado en las Administradoras de Fondo para el Retiro (Afore), aun cuando pertenezcan a un grupo financiero, pues casi la totalidad de los recursos llegan de manera electrónica y corresponden a las retenciones del trabajador y las aportaciones de patrones y gobierno.

 

El presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Afores (Amafore), Óscar Franco, explicó que las Administradoras están sujetas a disposiciones en materia de prevención de actividades ilícitas, como todas las entidades financieras del país.

 

Tras la presentación del estudio “Contribuciones y desafíos del Sistema de Ahorro para el Retiro”, el directivo negó que las operaciones irregulares que puedan presentarse en las instituciones bancarias, como el caso de HSBC, se trasladen a las Afore que pertenecen a esos grupos financieros.

 

HSBC vendió su Afore el año pasado a Principal, pero en el mercado las principales Administradoras pertenecen a grupos financieros, como los casos de Banamex, BBVA Bancomer y Banorte.

 

“Tenemos en el sector un conjunto de disposiciones perfectamente definidas por las autoridades hacendarias, para monitorear las transacciones y emitir los reportes correspondientes. En ese sentido, la industria mantiene absoluto apego y absoluta disciplina que en esta materia establecen las autoridades”, insistió.

 

En una reunión con representantes de medios de comunicación, explicó que los reportes sobre operaciones relevantes (aquellas que superan los 10 mil dólares en efectivo) se hacen de manera periódica a las autoridades, a quienes toca vigilar y dar seguimiento a esas transacciones.

 

El representante de Grupo de Economistas y Asociados (GEA), Carlos Noriega, explicó a su vez que “de 98 a 99 por ciento de los recursos que entran a las Afore es por la vía de la retención del trabajador y las aportaciones del gobierno y el patrón”.

 

Todos esos recursos llegan por transacciones electrónicas, sólo queda un espacio mínimo para las aportaciones voluntarias que es donde podría presentarse el problema, por el uso de efectivo, explicó.

 

Sin embargo, “por el giro natural de las Afore virtualmente no hay operaciones en efectivo, de manera que virtualmente está fuera la posibilidad de llevar a cabo una operación ilícita”, aseguró.

 

Mauricio González, director de GEA, añadió que las Afore no son parte del sistema de pagos financieros y no permiten transacciones de corto plazo, por lo que no son una vía para realizar operaciones ilícitas.