Londres. El espectáculo de inauguración fue un recorrido por la historia del Reino Unido y su proyección al futuro, haciendo un recuento de lo hechos trascendentes como la Revolución Industrial y la escenificación de sus aportes a la literatura infantil y universal.

 

La esperadísima ceremonia de los 30 Juegos Olímpicos inició con la campiña inglesa y su transformación hacia la Revolución Industrial, seguida de un homenaje a los servicios de salud (NHS), para finalizar con una representación de las telecomunicaciones de la era moderna. El Estadio lució pletórico.

 

El reciente campeón del Tour de Francia, el ciclista británico Bradley Wiggins, dio la primera campanada que significó el inicio de la trigésima edición de los Juegos Olímpicos.

 

 

La fiesta de la justa veraniega dejó ver en primera instancia al actor Kenneth Branagh, quien se encargó de leer una parte del poema “La Tempestad”, obra del célebre escritor William Shakespeare.

 

Estos versos dieron paso a la primera gran secuencia “Pandemónium”, un referente a la Revolución Industrial que tuvo lugar de 1780 a 1880.

 

“La revolución industrial comenzó aquí y cambió todo el mundo realmente, para bien o para mal y no hay ningún intento de esconder este hecho”, afirmó poco antes de iniciar el espectáculo el director de cine, Danny Boyle.

 

Después apareció un coro de niños para cantar “Jerusalén” a la vez que se observaron imágenes de los estados integrantes de Reino Unido: Irlanda de Norte, Escocia, Galés e Inglaterra.

 

La gala de luces y sonido, con diez mil actores en escena, comenzó con un prólogo de la verde y placentera campiña inglesa con animales en vivo.

 

El segundo acto se llama justamente “la Segunda Estrella a la Derecha y Volar hasta el Amanecer”, extraído de las aventuras de Peter Pan en busca de la Tierra de Nunca Jamás, en un espectáculo que trató de no imitar a Disneylandia.

 

La tercera y última secuencia “Frankie and June Say Thanks Tim” (Frankiey June dicen gracias a Tim), es la parte moderna del espectáculo.

 

En una de las escenas aparece Tim Berners-Lee, quien inventó internet, una especie de homenaje al padre de internet y a la importancia de las comunicaciones instantáneas modernas.

 

Danny Boyle describió su propio espectáculo, que fue planeado durante dos años, como excéntrico y destacó que “eso es parte de ser británico”. (Con información de Notimex)