Texto y fotos:  Iván Castaneira

 

La cascada El Salto de Juanacatlán, que recibe las aguas del Río Santiago, en Jalisco, es emblemática de la magnitud de la contaminación que padecen los ríos de México: la toxicidad, su olor pútrido, el color turbio del agua, la espuma nociva que alcanza hasta medio metro de altura en el afluente, la proximidad de viviendas y la ausencia de vida silvestre en sus inmediaciones, manifiestan que este río muerto es un desastre ambiental.

 

La industria sucia es una de las principales fuentes de contaminación de los ríos en México y en el mundo, es generadora de componentes tóxicos como metales pesados, fluoruros y compuestos orgánicos persistentes (COP) o volátiles (COV) que descargan en el agua de los ríos provocando su muerte.

 

Este reportaje quedó finalista en el Concurso del agua, convocado por cuartoscuro, que actualmente se exhibe en el CCU Tlatelolco.