La Habana. El Gobierno cubano confirmó que el número de enfermos por el brote de cólera registrado en una localidad del este del país se elevó a 158 y no se han producido nuevos fallecimientos desde los tres reportados a primeros de julio.

 

El Ministerio de Salud Pública divulgó un comunicado informando del incremento de casos después de que el pasado 3 de julio una nota oficial previa divulgó la aparición del brote y la cifra de 53 enfermos.

 

El comunicado publicado en el diario oficial Granma, portavoz del gobernante Partido Comunista (PCC, único), precisó que “no han ocurrido nuevos fallecidos” aparte de los tres adultos de 66, 70 y 95 años reportados la semana pasada.

 

El brote de cólera fue detectado en Manzanillo, una ciudad de 130 mil 500 habitantes, situada en la provincia oriental de Granma, a más de 800 kilómetros al este de La Habana.

 

Según el Ministerio de Salud Pública, se han diagnosticado casos aislados en otras regiones del país, pero se trata de personas que se infectaron en Manzanillo y por lo tanto no se considera que haya “diseminación” de la enfermedad.

 

“Las medidas tomadas han posibilitado que el brote epidémico de transmisión hídrica se encuentre disminuyendo, sin evidencia de propagación de la enfermedad por alimentos u otra vía”, añadió el comunicado.

 

En los últimos días el Gobierno había mantenido en hermético la confirmación oficial de nuevos casos a través de los medios nacionales de prensa, aunque emisoras locales de radio y televisión de Granma sí transmitieron reportes sobre la evolución del brote y las medidas preventivas a cumplir.

 

 

Fuentes vecinales de Manzanillo indicaron que los medios locales se mantienen realizando “partes epidemiológicos” a diario y existe un amplio despliegue de medidas para prevenir la propagación del cólera.

 

Las autoridades sanitarias prohibieron el uso de pozos, los médicos visitan comunidades y viviendas para verificar el cumplimiento de las medidas, y la prensa local realiza constantes llamamientos a hervir el agua, cocinar bien los alimentos y lavarse las manos.

 

Además, se está distribuyendo en las farmacias un compuesto químico denominado hipoclorito de sodio, elaborado en el Laboratorio de Medicina Natural de Manzanillo, para purificar el agua y combatir las enfermedades diarreicas.

 

La última epidemia de cólera en Cuba ocurrió en 1882 y los últimos casos se registraron poco después del derrocamiento del presidente Fulgencio Batista en 1959.

 

Hasta el momento se desconoce el origen actual del brote registrado en Manzanillo.