El caso del presunto homicida del general Mario Arturo Acosta Chaparro, le fue turnado al juez 28 de lo Penal adscrito al  Reclusorio Oriente, Carlos Cadena Lozano, quien deberá primero determinar si dicta o no el auto de formal prisión, en contra de Jonathan Javier Arechega Zarazúa.

 

El inculpado de haber matado al militar en retiro el pasado 20 de abril del presente año, de tres impactos de bala en la cabeza, en la colonia Anáhuac, se encontraba arraigado desde el pasado 23 de mayo, y tras la consignación hecha por la procuraduría local fue trasladado al citado centro penitenciario ubicado en Iztapalapa, luego que el juez otorgara la orden de aprehensión.

 

El pasado martes, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) presentó a Arechega Zarazúa, de 22 años de edad, como el responsable del asesinato de Acosta Chaparro, con base en un video y en las declaraciones de dos testigos; sin embargo, no precisó cual fue el móvil  del inculpado para cometer ese crimen.

 

El caso del acusado de homicidio calificado será resuelto por el juez 28 de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, quien en primer lugar deberá determinar si dicta el auto de formal prisión en contra de Arechega, con base en los elementos proporcionados por el agente del Ministerio Público de la procuraduría.

 

El procurador de Justicia del Distrito Federal, Jesús Rodríguez Almeida, luego de que ocurrió el crimen de Acosta Chaparro, declaró que una de las líneas de investigación del mismo era que el general en retiro ya había sido objeto de un atentado de forma previa durante 2010, pero que el mismo no logró esclarecerse por qué Acosta Chaparro se negó a aportar mayores datos sobre su primer agresor.

 

Sin embargo, tras cumplirse el arraigo de Arechega, ya no mencionó nada con relación a si había relación con el primer atentado; sólo se limitó a decir que si bien no hay móvil, las personas con quien presuntamente estuvo el acusado señalaron que lo vieron, aunque no precisan si fue la tarde del viernes que ocurrió el crimen.

 

Arechega Zarazúa, quien vivía en el Estado de México al ser detenido, negó los cargos y aseguró que se dedica a “actividades espirituales”; también dijo que él nunca ha disparado un arma de fuego.