Atenas. Los griegos votan el domingo en medio de la inquietud mundial de que una posible victoria de los partidos que prometieron derogar los acuerdos para el rescate internacional del país, y las dolorosas medidas de austeridad que los acompañaron, pudiera socavar la moneda única de la Unión Europea y arrojar a las principales economías del mundo a otra caída drástica.

 

Para los griegos, estas son las segundas elecciones nacionales en seis semanas y posiblemente las más cruciales en varias décadas, en un reflejo de la agitación política desencadenada por una crisis financiera de dos años que algunos temen pudiera hacer que el país abandone el euro y retome su antigua moneda, el dracma.

 

A su vez, esa posibilidad conlleva el riesgo de agobiar a otros países en apuros financieros y de amenazar el futuro del mismo euro.

 

Los sondeos de opinión más recientes, publicados como ordena la ley dos semanas antes de los comicios, mostraron que el partido radical de izquierda Syriza, dirigido por Alexis Tsipras, marchaba al parejo del conservador Nueva Democracia, de Antonis Samaras, pero ningún partido tiene en principio la posibilidad de ganar los votos suficientes como para formar gobierno por si mismo, lo que significa que tendría que formarse una coalición para evitar otros comicios.

 

Se esperan los primeros resultados de las encuestas a boca de urna al cierre de las mesas de votación, a las 1600 GMT del domingo. Las primeras proyecciones oficiales serían anunciadas a partir de las 1830 GMT).

 

Las autoridades cancelaron varias rutas de transbordadores por la presencia de fuertes vientos en el archipiélago griego, lo cual suscitó dudas sobre si algunos electores pudieron llegar a tiempo para votar en sus islas.

 

En los comicios previos, del 6 de mayo, ningún partido obtuvo los votos suficientes para formar gobierno y las negociaciones para una coalición se desplomaron luego de 10 días. La votación, en la que además el ex gobernante partido socialista PASOK tuvo sus niveles más bajos, dejó el claro mensaje de que los griegos han perdido la paciencia con la severa austeridad impuesta a cambio de que el país reciba miles de millones de euros (dólares) en préstamos de rescate de otros países de la eurozona y del Fondo Monetario Internacional.

 

“Me gustaría ver que algo cambie para el país en general, incluyendo lo del rescate”, dijo Vassilis Stergiou, uno de los primeros asistentes en una mesa de votación en Atenas. “Si no, al menos nos hemos organizado e hicimos algo cuando menos”.

 

Tsipras, de 37 años, un ex activista estudiantil, prometió anular los acuerdos del rescate de Grecia y retirar las medidas de austeridad, las cuales comprenden enormes recortes al gasto público en todos los sectores, así como aumentos en los impuestos y reducciones en salarios y pensiones.

 

Los adversarios de Tsipras afirman que el joven político sin experiencia está fuera de la realidad y que sus políticas sacarán al país de la zona del euro y causarán pobreza en los próximos años.

 

“Hemos derrotado al temor. Hoy abrimos un camino de esperanza”, dijo al votar en medio de numerosos periodistas y agregó que confía en la victoria.

 

Varios gobernantes de Europa han advertido que Grecia podría quedar fuera de la eurozona, de 17 países, si renuncia a los compromisos asumidos en el rescate.

 

“Hoy el pueblo griego habla. Mañana comienza una nueva era para Grecia”, dijo Samaras tras sufragar en un pequeño pueblo sureño.