Fotos: Gretta Hernández 

Uno de los edificios con mayores atributos estéticos de la ciudad de México es hoy la sede del Museo Nacional de Arte. Al rebobinar su historia centenaria, nos encontramos postales en las que aparecen la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, mejor conocido como el Antiguo Palacio de las Comunicaciones, y el Archivo general de la Nación; pero también nos daremos cuenta que en ese edificio existieron una guardería, una peluquería, un chapoteadero y un local de Alcohólicos Anónimos.

 

Su definición estética es ecléctica pues el edificio conjunta una manifestación lúdica de trazos helénicos, líneas góticas, ángulos románticos, curvas barrocas y bizantinas. Su idea arquitectónica atiende a la propuesta modernista que le imprimió su creador, el arquitecto italiano Silvio Contri, bajo encargo de Porfirio Díaz. Sin embargo, una revolución se atravesó en su camino del presidente mexicano por lo que no pudo inaugurarlo. Lo hizo de manera discreta Francisco I. Madero el 25 de mayo de 1912.