Aunque incipiente todavía, el cultivo de maíz genéticamente modificado avanza en su fase experimental en Sinaloa y Tamaulipas. Monsanto, una de las empresas autorizadas para desarrollar este cultivo espera que se logre la aprobación para su siembra comercial en 2013, en tanto que la Sagarpa calcula que una autorización para la siembra masiva de este grano tardaría algunos años en darse.

 

El jefe del departamento de Sanidad Vegetal de la Sagarpa, Humberto Vázquez Ramírez, refirió que la entidad aún se encuentra “en pañales” en lo que a producción de maíz transgénico se refiere, al considerar que este año apenas se sembraron dos hectáreas en una especie de plan piloto.

 

El objetivo es conocer el desarrollo de este cultivo con el clima de la entidad, señaló el funcionario de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

 

“A partir del mes de febrero de este año la Dirección General de Inocuidad de la Sagarpa autorizó la siembra experimental de las dos hectáreas de maíz, en un plan piloto”, expuso.

 

Indicó que este es el segundo año que se siembra de esta manera el maíz transgénico en Tamaulipas.

 

En el ciclo Otoño-Invierno 2010-2011 y en el Primavera-verano 2011 se cultivaron 7.2 hectáreas de este grano en el norte del estado, obteniéndose muy buenos resultados, refirió.

 

“Esta siembra fue en plan piloto, porque hay que recordar que de acuerdo a las etapas que prevé la propia Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados, primero tenemos que realizar una etapa experimental, luego un programa piloto y luego un programa condicionado”, aclaró Vázquez Ramírez.

 

Manifestó que Tamaulipas ya tiene experiencia en otros cultivos cuya estructura genética ha sido modificada, como es el caso del sorgo y la soya, que han dado buenos resultados, por lo que ahora, a petición de los productores, se busca introducir variedades como es el maíz.

 

“Aquí en el estado ya tenemos experiencia con el algodón y la soya, cultivos que ya están en una etapa de desregulación porque son genéticamente modificados, y nunca dejarán de ser controlados”, señaló.

 

Puntualizó que la modificación genética a que se somete a las variedades busca volverlas más resistentes a los insectos lepidópteros y a los herbicidas, no obstante lo cual admitió que una autorización para la siembra masiva de este grano tardaría algunos años en darse.

 

En Sinaloa, Monsanto inició a finales de febrero el ensayo para la siembra de maíz transgénico y para mediados de julio se espera la primera cosecha, con la cual se busca comprobar los beneficios en rendimiento productivo, resistencia ante la plaga y ahorro de recursos de los transgénicos sobre los convencionales.

 

En 2009 el gobierno mexicano aprobó la siembra experimental de maíz transgénico en cuatro estados, posteriormente se amplió y ahora existen siembras experimentales en Sonora, Chihuahua, Tamaulipas, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Jalisco, Chihuahua y Coahuila. Las empresas que tienen permiso para cultivar maíz transgénico son Dow Agrosciences, PHI México y Monsanto.