El gobierno de México anunció que apelará la sentencia contra tres ciudadanos que fueron condenados a muerte en Malasia, acusados de tráfico de drogas y mantendrá la “asistencia y protección consular” que les ha brindado.

 

Fuentes de la Cancillería mexicana recordaron que México “brindó la asistencia jurídica correspondiente a través de la embajada de México en Malasia” la cual continuará en la apelación que la defensa de los reos ha anunciado ya que interpondrá.

 

“El Gobierno de México ha tomado nota de la decisión de una corte de declarar culpables a los ciudadanos mexicanos José Regino (de 33 años), Luis (44) y Simón González Villarreal (37) de delitos vinculados al tráfico de drogas”, agregaron las mismas fuentes.

 

México “reitera su compromiso de brindar asistencia y protección consular a los mexicanos en el exterior, a fin de que sus derechos nos sean vulnerados sin prejuzgar los cargos que se les imputan”.

 

Los tres hermanos mexicanos González Villarreal fueron condenados a morir en la horca por un tribunal de Malasia, al ser declarados culpables del delito de narcotráfico después de pasar más de cuatro años en la cárcel.

 

La sentencia fue emitida durante la última vista del juicio celebrado a lo largo de más de un año en el Alto Tribunal de Kuala Lumpur, en presencia del trío, originario de Sinaloa, así como de otros dos acusados, un malasio y un singapurés.

 

Inmediatamente después de que se anunciara el fallo, el abogado Kitson Foong, del equipo que ha llevado la defensa de los mexicanos, calificó de “erróneo” el enfoque del juez y señaló que recurrirán contra la sentencia ante el Tribunal de Apelaciones, un proceso que según precisó “durará de un año a un año y medio”.

 

En caso de que fueran otra vez condenados, podrán recurrir en última instancia ante el Tribunal Federal, en lo que se presume será una larga batalla legal.

 

El veredicto que condena a muerte a los cinco acusados fue leído por el mismo magistrado que ha presidido el juicio, Mohamed Zawawi, conocido por el apodo del “juez soga” por las numerosas penas de muerte que ha dictado a lo largo de su carrera judicial.

 

Desde su detención, Luis Alfonso, José Regino y Simón González han mantenido que son inocentes y testificado que ellos se dedicaban a la limpieza de la nave en la que fueron sorprendidos durante una redada policial.

 

Zawawi consideró probado que los tres hermanos y los otros dos acusados habían producido estupefacientes y se basó sobre todo en los rastros de droga encontrados en las ropas que vestían cuando fueron detenidos, el 4 de marzo de 2008.

 

El menor de los hermanos, que portaba una mascarilla debido a la tuberculosis que contrajo en enero, indicó que se encontraba mejor, pero que estuvo “muy delgado” por falta de alimentación.

 

La legislación penal de Malasia considera el narcotráfico un grave delito para el que solo contempla la pena capital, que en este país asiático se lleva a cabo en la horca y sin aplicar al reo ningún tipo de sedante.

 

Los hermanos mexicanos fueron detenidos junto a los otros dos acusados en una nave industrial de Johor Baru, ciudad portuaria fronteriza con Singapur, donde había material para hacer metanfetaminas, precursores químicos y cerca de 29 kilos de esa droga.

 

CNDH pide ayuda

 

La Comisión Nacional de Derechos Humanos pidió al organismo de protección de garantías en Malasia su colaboración para la defensa de José Regino, Luis y Simón González Villarreal, ciudadanos mexicanos condenados a muerte en ese país.

 

El organismo señaló que reitera su repudio a la pena de muerte “ya que se trata de la sanción más grave que atenta contra la dignidad humana, con carácter irreversible, de imposible reparación y cuya aplicación propicia injusticias”.

 

La Comisión señaló que es necesario intensificar las acciones orientadas a evitar la pena de muerte y que se salvaguarden los derechos a la vida, a la dignidad y a la integridad corporal de todas las personas.

 

Por último, la CNDH propuso que la pena de muerte sea conmutada por reclusión.