El fenómeno de desplazados en el país no recibe atención por parte de ninguna autoridad, y en los últimos meses ha crecido no sólo en los estados del norte, sino que ya se registra en zonas de los estados de Veracruz, Guerrero y Chiapas, declaró ayer el director del Área Académica de Sociedad, Cultura y Salud del Colegio de la Frontera Sur, Jorge Álvarez Martínez.

 

Consideró que a diferencia de lo que ocurre con los refugiados, a quienes se les brinda protección y se les aplican protocolos internacionales, “a ellos que ya tienen una condición de vulnerabilidad por haber perdido, la casa, la escuela, el trabajo, no se les presta atención alguna”.

 

Álvarez Martínez explicó que con base en recorridos que han hecho en algunos estados del país, “hay casas abandonadas, a consecuencia de los fenómenos de violencia, por lo cual si bien no hay una cifra exacta, coincidimos con algunas organizaciones en que son entre 200 mil y un millón los desplazados en el país”.

 

Entrevistado tras la inauguración del Primer Encuentro Internacional de Atención a Víctimas México, Lindo y Herido, manifestó que en los recorridos que han realizado en diversas ciudades, se han encontrado franjas de casas que están solas.

 

Dijo que organismos como Amnistía Internacional, han advertido que las personas que son desplazadas quedan en una situación de vulnerabilidad.

 

El especialista del Colegio de la Frontera Sur dijo que no hay nada por parte del Estado ni de los gobiernos, con relación a la atención psicosocial para atender a estos sectores de población.

 

Al respecto, indicó que si bien se pretendía que la Ley de Protección a Víctimas permitiera entrar en la atención para intervenir a la gente en crisis, “en términos psicosociales no hay nada” en esa normativa aprobada recientemente por ambas Cámaras.

 

Agregó que otro sector de la población al cual se debe atender en términos psicosociales es la población migrante que entra por la frontera sur, “porque es inconcebible que las mujeres que van a cruzar por Chiapas, se inyecten anticonceptivos, por la certeza de que van a ser violadas”.