La operación de programas sociales no es ajena a la inseguridad. En estados como Chihuahua, Chiapas, Durango, Sinaloa y Zacatecas, la distribución de recursos y apoyos hacia las zonas más alejadas se complica por la presencia de grupos delincuenciales que aguardan en los precarios caminos el paso de los camiones que llevan la ayuda.

 

Tan sólo el 19 de julio del año pasado un camión que trasladaba recursos federales para la zona serrana de Zacatecas, fue asaltada a la altura de la comunidad de Ortega perteneciente a Huejuquilla, Jalisco. El atraco por parte de grupo de hombres armados dejó como saldo un botín de un millón de pesos.

 

Pobladores de San Pedro de la Sierra, Zacatecas, beneficiarios del programa, debido al asalto la llegada de los recursos se retraso más de tres semanas, “y la gente cómo le hace oiga, si a veces de ahí damos el chivo”, dijo Pedro Valdez.

 

Frente a la incidencia de los atracos está también la negativa de los choferes para llevar los apoyos hasta las zonas más lejanas. “Les da miedo, luego ya no quieren subir, porque que tal si allá se quedan”, señaló un empleado de la delegación de Sedesol de Chihuahua.

 

Tal es su respuesta al preguntarle sobre el asalto a policías de Guachochi, y personal de Oportunidades, ocurrido el pasado 13 de febrero, con el mismo modus operandi: policías sometidos, amordazados y a los cuales les quitaron las armas de cargo. El botín 776 mil pesos que serían entregados en la zona tarahumara.

 

En Chiapas, el pasado 9 de abril de este año, un intento de asalto al camión de Oportunidades dejó cuatro muertos, en el municipio de Zinacatán, uno de ellos una empleada de Oportunidades y otro un policía estatal.

 

Durango, es una de las entidades que en los últimos tres años ha registrado al menos cinco asaltos por año. Es el caso del ocurrido en la zona serrana del municipio de Pueblo Nuevo, donde fueron asesinados 10 personas –siete de ellas menores de edad-, que venían de recoger el dinero de las becas que otorga Oportunidades.

 

Personal consultado de las delegaciones de Diconsa Durango y Diconsa Sinaloa, señaló que los camiones de esta subsidiaria de la Sedesol también han sido objeto de asaltos. A finales del año pasado, al menos una veintena de comunidades en esos estados se quedó sin víveres debido a la intimidación a los chóferes, quienes se negaron a realizar los viajes para abastecer a las tiendas.