“No tengo tiempo”, es la expresión súbita y típica del mexicano con la que intenta justificar su nimio acercamiento a la lectura.

 

Entre los desincentivos para leer sobresalen el culto a la televisión y la ausencia de una pedagogía infantil que se encargue de relacionar la lectura con el placer de la imaginación. Por el contrario, el rigor escolar se acota a la obligación de leer obras poco entendibles para los niños.

 

Mañana, 23 de abril, se celebra el día Mundial del Libro y del Derecho de Autor. Festejo promovido por la Unesco para inculcar la relación entre el ser humano y los libros; fecha simbólica para el mundo de la literatura pues Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega murieron en ese día. También, durante varios 23 de abril, nacieron Nabokov, Josep Pla y Maurice Druon.

 

México, entre los países con mayor población en Iberoamérica (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España y Perú) ocupa el último lugar en la lectura de libros. Ni hablar de la lista de países pertenecientes a la OCDE donde también se encuentra en el sótano.

 

Sólo dos de cada diez mexicanos tienen como hábito la lectura de libros, cifra que al extenderse al total de la población (para promediar la lectura per cápita) no rebasa los tres libros por mexicano al año. En el otro extremo se encuentra España, donde 61% de la población es lectora asidua y el promedio per cápita anual es de 10 libros al año.

 

Pero, más allá de Iberoamérica, Suecia, Finlandia y Japón son los países con mayores índices de lectura con un promedio anual de más de 20 libros por habitante.

 

En Francia, durante muchos años la cuna de los escritores, sólo 15% de la población lee más de 25 libros al año.

La industria editorial se encuentra en transición. Frente a ella, el dilema del libro electrónico (las editoriales españolas han mostrado cierta ambigüedad al mudar sus soportes clásicos a los modernos versus las anglosajonas, que utilizan el Kindle como su principal vehículo), y junto a ella una crisis económica que afecta a la elasticidad del precio del libro provocando un descenso en las ventas.

 

En México, de manera natural, el índice de lectura se encuentra correlacionado con el nivel educativo (a nivel universitario, el promedio per cápita sube hasta los cinco libros, dos más que el promedio general), sin embargo, los niveles socioeconómicos también influyen, pues en las capas media alta y alta el índice alcanza a la cifra de siete libros.

 

Lo que es cierto es que los índices de lectura caen si no se toma en cuenta a los estudiantes. En el Atlas de infraestructura y patrimonio cultural de México 2010, del Conaculta, se señala que 63.6% de los encuestados leen para cumplir las peticiones de la escuela (en cierto sentido existe un elemento de obligatoriedad). El gusto natural por la lectura es referido por 9.2% y por diversión 6.8%.

 

En Latinoamérica el promedio de la población que lee libros es de 40%. Argentina supera la cifra y ocupa el primer lugar con 55% de su población. Al año, el índice de lectura per cápita es de 4.6 libros.

 

Uno de los elementos torales para la venta de los libros son las librerías. En Argentina existe una por cada 19 mil 827 habitantes frente a los 69 mil 529 de México. En España la relación mejora, pues por cada 10 mil 306 habitantes, existe un punto de venta. Países pequeños como Costa Rica mantiene una relación muy positiva superando, inclusive, a Argentina. Los ticos tienen una librería por cada 16 mil habitantes.

 

Por otra parte, uno de los elementos que subyace en el placer de la lectura es el tipo de librería. En México, el mayor número de puntos de venta pertenece a Sanborn´s, una tienda de múltiples ofertas comerciales, desde comida hasta perfumes, y por supuesto, libros. Tiene más de 160 sucursales lo que representa 30% del total de los puntos de venta pertenecientes a cadenas (524). Dos de las librerías mejor posicionadas son Gandhi, con 21 sucursales y El Péndulo, con seis (únicamente en la ciudad de México).

 

Otro de los rasgos importantes entre los lectores mexicanos es la preferencia temática. En Sanborn´s existe una oferta abrumadora de libros de superación personal y best sellers. Las novelas, los libros de historia y las biografías representan 62% de las preferencias entre los lectores mexicanos. El ensayo no interesa.

 

Una especie de República de las Letras vincula a una comunidad pluricultural de lectores, escritores y editores. El día Mundial del Libro puede ser una buena excusa para unirse a ella.

 

*Cifras tomadas del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc) y del Atlas de infraestructura y patrimonio cultural de México 2010 (Conaculta)