El PAN logró subir al ring al PRI. Con la Mesa de la Verdad le dieron cabida al debate sobre la administración de Enrique Peña Nieto en el estado de México, y  cumplieron sus expectativas de meter al PRI en la guerra sucia.

 

Unas horas después de que culminara el show de la Mesa de la Verdad, los panistas empezaron a circular nuevas fotos de compromisos incumplidos por Peña Nieto.

 

Hasta ahora, se habla de 160 compromisos incumplidos de los 608 que firmó Peña Nieto como candidato a la gubernatura. Sin embargo el coordinador de la campaña del priista, Luis Videgaray, asegura que se cumplieron todos y sólo dos tuvieron que cambiar por razones técnicas.

 

Los priistas habían señalado que no iban a caer en este  juego, todavía ayer en la tarde, ya en el puente de Vigas, Luis Videgaray señaló que “ante la guerra sucia del PAN” los priistas no dividirían, ni polarizarían al país, pero minutos después seguidores priistas y panistas se enfrentaban igual que los líderes de ambos partidos respecto al cumplimiento o no del compromiso 127.

 

Las razones no se escuchaban, ambos mantenían su prepotencia, el debate duró sólo unos minutos entre gritos y los priistas se retiraron, después de que empujaron al ex secretario de Comunicaciones del Estado de México, Gerardo Ruiz Esparza.

 

No sólo dividían y polarizaban, sino que ambos partidos lograron llevar la política al fango. Los políticos no se escuchaban, la gente afín a los panistas decía más allá del compromiso este puente tiene años sin concluirse; pero ya estaban en la polarización.

 

Antes, en el Puente de Vigas estuvieron Luis Videgaray, Miguel Osorio Chong, Jorge Carlos Ramírez Marín, Gerardo Ruiz Esparza, Roberto Calleja, Eduardo Sánchez y Pedro Joaquín Coldwell.

 

Querían convencer que el el Puente de Vigas era el lugar del compromiso, pero cedieron y  decidieron mandar una comisión con los panistas que estaban a menos de 500 metros para invitarlos a debatir. Los elegidos fueron Jorge Carlos Ramírez Marín, Eduardo Sánchez y Gerardo Ruiz Esparza.

 

A su llegada el líder nacional del PAN Gustavo Madero parado en una silla  gritaba “¿dónde está Pedro Joaquín?” queremos darles datos debajo de este hermoso espectacular –de Peña Nieto con una mujer de rasgos indígenas que se refiere a sus compromisos-.

 

La sola llegada de los priistas a la zona panista fue tomado por Roberto Gil como un reconocimiento tácito de que ése era el lugar del compromiso incumplido y no el Puente de Vigas como aseguraban los priistas.

 

Los priistas llevaban  pruebas de cuándo firmaron el compromiso y cuándo lo cumplieron, los panistas los apabullaban y la gente que los apoyaba no dejaba de gritar.

 

Javier Solórzano, quien era el moderador de ese debate callejero pedía orden y advertía que el debate se acabaría si seguían así, pero a nadie le importaba, el albiazul había cumplido su cometido  y lo menos importante era aclarar la verdad del compromiso 127 o de cualquiera de los otros.

 

Los priistas regresaron junto con la prensa al Puente de Vigas. Ya también había huestes priistas, éstos sólo gritaban Pee-ña-Nieto, inmediatamente después llegaron las hueste panistas con sus cartulinas y sus mantas.

 

Cuando terminó la conferencia de prensa, Eduardo Sánchez mostró un trozo de una botella de vidrio y dijo que se la habían aventado los panistas que estaban atrás de ellos. El intento de debate concluyó.

 

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