WASHINGTON. El exsenador de Pensilvania Rick Santorum anunció que, por razones familiares, se retira de la campaña por la candidatura presidencial del Partido Republicano.

 

En una rueda de prensa convocada en Gettysburg, Pensilvania, Santorum hizo pública su decisión y agradeció a todos los simpatizantes y votantes su apoyo durante casi un año de campaña, en la que trató de “devolver la esperanza” al país recuperando los valores tradicionales de la familia, la fe y la liberta individual.

 

“Esta campaña presidencial ha terminado pero seguiremos luchando por nuestros principios”, dijo Santorum, quien explicó que la decisión fue resultado de una consulta con su familia durante el fin de semana.

 

“Gracias a Dios y a los votantes por lo que me han dado. Hemos querido ser testigos de sus historias y dar una visión de esperanza, no una campaña negativa”, dijo Santorum rodeado por su familia. La parte emotiva de la conferencia de prensa ocurrió cuando mencionó el nombre de su hija Isabella de 3 años de edad quien fuera dada de alta unas horas antes en un hospital donde estuvo internada durante el fin de semana: “He pasado unos días cuidando de mi hija enferma y he tenido tiempo para rezar y pensar, y he decidido con mi familia que lo más importante es ser el mejor padre posible”. Ésta fue la razón que motivó a Santorum a abandonar la campaña.

 

El total de delegados que han acumulado los precandidatos era indicio del destino de Santorum. Romney tiene más del doble de delegados que Santorum, y parecía ya encaminado a la cifra de mil 144 que se necesita para amarrar en cuestión de semanas la postulación.

 

En la contienda se mantienen otros dos aspirantes, ninguno de los cuales tendría posibilidad alguna de ganar la candidatura: el ex líder de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, y el representante de Texas, Ron Paul.

 

Santorum, un vigoroso candidato que tomó a todos por sorpresa con su victoria en las asambleas partidistas de Iowa con que arrancó la temporada de primarias, hizo campaña con base en su visión conservadora, pero se vio afectado por la falta de fondos y de organización.

 

Dijo que aunque Romney sumó más delegados, “nosotros íbamos ganando de una manera distinta. Estábamos llegando a los corazones” con un mensaje conservador.

 

En un comunicado, Romney felicitó a Santorum por su campaña, y lo describió como un “competidor capaz y valioso”.

 

“Ha demostrado ser una voz importante en nuestro partido y en la nación”, dijo Romney. “Ambos reconocemos que lo más importante es dejar atrás los fracasos de los últimos tres años y poner a Estados Unidos de nuevo en el camino de la prosperidad”.

 

A fin de cuentas, Santorum tuvo que enfrentar la realidad: Habría tenido que ganar 80% de los delegados que faltan por elegir para asegurar la candidatura republicana antes de la convención nacional del partido que se efectuará en agosto en Florida.

 

Y eso no habría pasado mientras Romney siguiera en la contienda porque la mayoría de las primarias que faltan usan un sistema proporcional para la repartición de delegados, lo que dificultaría obtener grandes números de delegados por estado.