Pedro Joaquín Coldwell llegó a la presidencia del PRI de manera circunstancial tras la caída de Humberto Moreira. A diferencia de su antecesor, el quintanarroense no forma parte del equipo de Enrique Peña Nieto, ni tiene interlocución con Elba Esther Gordillo. Sin embargo, lleva las riendas del partido que encabeza las preferencias para la elección presidencial del 1 de julio.

 

Reconoce que, frente al activismo del presidente Felipe Calderón, para los priistas tendrán más difícil para abrir las puertas de Los Pinos que las enfrentadas por los panistas en el 2000 con Ernesto Zedillo; asegura que no reaparecerá el fantasma de la traición de los gobernadores dada la cohesión de los dirigentes estatales con Peña

 

—¿Con qué sensación salió de Los Pinos luego de su reunión con el presidente?

 

—Me pareció una plática cordial y nada más. Me parece que en México se especula demasiado con este tipo de reuniones, todos los partidos, en todas las democracias maduras, los dirigentes de los partidos de oposición hablan con los ejecutivos sobre distintos temas de la vida nacional, y el PRI es una oposición responsable.

 

—Le bajaron el tono unos días y luego volvieron a la carga. ¿Qué pasó?

 

—No pasó nada, simplemente somos un partido de oposición y tampoco podemos quedarnos callados de no denunciar los graves problemas por los que pasa el país y lo que consideramos también ineficiencias en el gobierno.

 

—¿Diría que el presidente ha cumplido su palabra de no entrometerse en el proceso electoral?

 

—Digamos que el presidente no ha incurrido en actos tan evidentes y tan desatinados como ponerse a dar resultados de encuestas que además no corresponden al promedio de las otras casas encuestadores; pero sí se aprecia un activismo muy fuerte en el titular del poder ejecutivo por favorecer al PAN.

 

—¿Tendrán que abrir a patadas las puertas de Los Pinos?

 

—Vamos a hacer valer la fuerza de la ley. El titular del Ejecutivo no es el dueño del país, hay instituciones que tienen la obligación también de salvaguardar la pureza del proceso democrático, en este caso es el IFE, y en su caso el Trife; y vamos a recurrir a todos los medios legales y políticos a nuestro alcance para que la intromisión del presidente de la República no altere la equidad de la contienda.

 

—Les será más difícil abrir las puertas de Los Pinos de lo que a los panistas con Zedillo.

 

—Así es, va a ser más difícil; pero también hay elementos que nos ayudan a que esta apertura sea favorable porque tenemos un candidato muy bien posicionado, muy bien calificado; tenemos la experiencia de que hemos abierto puertas de palacios de gobierno donde el PRI había perdido la titularidad del poder Ejecutivo, hemos aprendido y tenemos un PRI más experimentado en competir desde la oposición.

 

—¿Qué pulso tiene sobre el papel que jugarán los gobernadores priistas?

 

—Veo a los gobernadores muy cohesionados con la candidatura de Peña Nieto. Él es un colega de ellos, tiene muchos lazos de fraternidad y de comunicación con ellos. Me parece que el fantasma de la ruptura interior y lo que vivimos en el 2006, y en el 2000 en menor grado, no está vigente en esta elección. Creo que el PRI de hoy aprendió del pasado y sí estamos bien cohesionados.

 

—¿Cuál sería el incentivo para los gobernadores si viven mejor con un presidente de oposición?

 

—Primero, la conciencia de partido, en el sentido de pertenencia a una institución y también el hecho de que muchos de estos gobernadores han sufrido el desdén partidista del Ejecutivo federal; muchos no han tenido los apoyos que han requerido y saben que con un presidente como Peña Nieto habría otro trato y otra actitud. Particularmente el hecho de que el único de los candidatos a la presidencia sea un ex gobernador es una garantía de que entiende muy bien los problemas que enfrentan los titulares de los ejecutivos locales.

 

—¿Ya habló con Elba Esther Gordillo?

 

—No. Ella tiene otros interlocutores dentro de la estructura del partido. A mí me informan, pero no soy yo quien tiene la interlocución con la maestra.

 

—¿Van a tener su apoyo?

 

—No lo sé, esa es una decisión de ella. Nosotros somos respetuosos, somos dialogantes, tenemos interlocución con todas las líderes políticas y sindicales del país. Como esperamos ganar, también requerimos tener canales de comunicación abiertos para hacer los cambios que el país necesita.

 

—¿Fue un “suicidio” para el equipo de Peña el reparto de candidaturas?

 

—Las candidaturas reflejan la diversidad de fuerzas políticas que hay en el PRI, son representativas de sus corrientes políticas regionales. No creo que estas futuras bancadas tengan fierro, más bien son representativas de la riqueza del priismo.

 

—¿No diría que ganó el equipo de Manlio Fabio Beltrones frente al de Peña?

 

—Ganó el PRI y Peña demostró una gran apertura, una gran madurez, demostró que es un dirigente, que es un candidato incluyente, demuestra su sentido de inclusión.

 

—¿Qué tan difícil ha sido para usted como presidente del PRI integrarse al equipo de Peña?

 

—He tenido una enorme integración, Peña Nieto es un político que tiene una escuela extraordinaria, digamos que está formado en la buena escuela política mexiquense, institucional y tiene una actitud muy respetuosa del partido.

 

—¿Qué papel está jugando dado que Miguel Osorio Chong es el hombre del candidato en el partido?

 

—Tengo la dirección del partido, reconozco el muchísimo trabajo de Miguel, ha hecho una enorme aportación al partido; el Comité Nacional necesita de muy buenos operadores políticos, sobre todo en esta etapa, y Miguel se ha desempeñado brillantemente. Él y yo no nos conocíamos y hemos desarrollado una relación de amistad. Lo mismo con (Luis) Videgaray.

 

—¿Y es fácil con Videgaray?, porque parece más un tecnócrata estilo Zedillo.

 

—No, Videgaray no es ningún tecnócrata, tiene una gran formación técnica, también tiene una gran formación política, es un gran placer trabajar con él porque es muy articulado y muy inteligente, muy disciplinado. Creo que las campañas no se ganan solas sino con buenos equipos. Una cosa sí puedo asegurar, no vamos a repetir los errores del pasado donde los equipos de los candidatos a la Presidencia se fracturaron. Estamos muy cohesionados y así vamos a llegar hasta el último día de la elección.