Internet cambió la relación entre médicos y pacientes, toda vez que frente a los primeros síntomas de enfermedad, 65% de las personas recurre a la red como primera opción para obtener mayor información.

 

“Los médicos y proveedores de servicios ya no son vistos como la principal fuente de información médica, en cambio las fuentes en línea han educado pacientes que ahora pueden formar su propia opinión de cómo manejar su salud”, señala una encuesta de consumidores del Instituto de Investigación de Salud Mundial, elaborado la consultora PriceWaterhouseCoopers (PwC).

 

Según el estudio, 65% de las personas utiliza internet como primera opción para conocer más sobre su enfermedad o sus síntomas, contra 43% que todavía consulta a su médico antes que a otra fuente.

 

La red se ha llenado de portales con datos sobre cualquier enfermedad. Al hacer una búsqueda de un padecimiento tan común como la diabetes arroja 292 millones de resultados, pero aun de otras menos nombradas, como la fibrosis quística, registra 155 mil páginas.

 

Además, existen otros portales que ofrecen recomendaciones de cómo mantenerse saludables, qué alimentos comer, los avances en medicina y fármacos, cuáles son los padecimientos más comunes, hasta otros que tienen consultas online en los que aparece el nombre y la foto del médico que te atenderá.

 

El acceso a información empodera a los pacientes, quienes obligan al médico a ser más claros y precisos en las opciones de tratamiento.

 

El conocimiento por parte del paciente siempre será mejor que su ignorancia, pero “cuando aparecen un millón de referencias y el exceso de información no puede ser discriminado, motiva mucha confusión”, advirtió Jorge Amézquita, investigador del Departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco.

 

En entrevista, añadió que la saturación de información lleva también al galeno a tener una práctica defensiva, pues el paciente tiene tantos datos que el médico muchas veces no sabe cómo responder a la situación.

 

“Cuando me siento mal busco los síntomas en internet. Además, allí puedes leer sobre otras enfermedades, como cáncer u otras cosas más graves, todo te lo explica el internet”, comentó Alejandra González, quien tiene 18 años y dijo usar los buscadores de internet para todo.

 

“Yo no puedo confiar en el internet porque no sé si me están diciendo la verdad, además no soy doctor y no puedo decir qué es lo que tengo y recetarme a mí misma. Sirve para conocer, pero no te vuelve médico”, subrayó Guadalupe Vázquez, madre de Alejandra.