Al menos 30 personas murieron hoy en Siria, la mayoría en zonas del sur y el este del país, en una nueva jornada de enfrentamientos que coincidió con la llegada a Damasco de una delegación de observadores de la ONU.

 

Según un comunicado del grupo opositor Comités de Coordinación Local (CCL), nueve personas perdieron la vida en Deir el Zur (este), seis en Deraa (sur) y tres en Hama (centro), Alepo (norte), Ibleb (noroeste) y la periferia de Damasco, respectivamente, así como de otras dos en Qamishli (noreste) y una en Homs (centro).

 

Ocho de las víctimas mortales de Deir el Zur se registraron en la zona de Gasan Abud, bombardeada por las tropas del régimen, que también irrumpieron y atacaron otras localidades de la provincia, agregó la fuente.

 

El CCL aseguró, asimismo, que once soldados desertaron en Gasan Abud poco antes de los ataques, e indicó que la región fue escenario de enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y el rebelde Ejército Libre Sirio.

 

La provincia meridional de Deraa fue testigo, por su parte, de un amplio despliegue de las fuerzas de seguridad en varias de sus localidades, lo que hace temer a sus habitantes nuevas campañas de arrestos.

 

Entre los fallecidos de Deraa figura una niña de 3 años, que murió en la población de Dael debido a los disparos efectuados desde un puesto de control militar.
Las tropas del régimen de Bachar al Asad también irrumpieron en algunas localidades de Hama e Idleb, que previamente fueron bombardeadas.

 

En cuanto a lo sucedido en la periferia de Damasco, el grupo opositor denunció que Harasta, que ha estado sitiada, fue bombardeada y se registraron violentos enfrentamientos entre los rebeldes y el Ejército.

 

Los combates entre estos dos bandos se extendieron también hoy al barrio acomodado de Mezeh en Damasco, donde según las autoridades murieron tres “terroristas” y un agente antidisturbios, aunque los rebeldes señalaron que habían causado decenas de bajas en las fuerzas gubernamentales.

 

Estos sucesos coincidieron con la llegada de una misión de observadores de la ONU y de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), enviada por el mediador internacional para Siria, Kofi Annan.

 

 

El objetivo de la misión, que se ha trasladado a varias ciudades del país, es promover un alto el fuego y evaluar la situación humanitaria.
En cuanto al cese de las hostilidades para poder llevar ayuda a la población, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció hoy que Rusia se ha comprometido a apoyar su petición de que se impongan treguas de dos horas diarias durante los combates.

 

Este acuerdo se alcanzó en una reunión en Moscú entre el presidente de la CICR, Jakob Kellenberger, y el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, cuyo país es uno de los pocos aliados del régimen de Damasco. EFE