El presidente de Francia y candidato a la reelección, Nicolas Sarkozy, fue recibido hoy con pitidos y abucheos en su visita a la localidad vascofrancesa de Bayona, donde tenía previsto reunirse con cargos locales y hacer declaraciones a la prensa.

 

El presidente francés llegó a Bayona esta tarde procedente de una explotación agrícola de Itxasou, también en el País Vasco francés, donde entre otras cosas declaró que, pese a sus dificultades, “el acercamiento de los presos es deseable”, al referirse a la reivindicación de los etarras encarcelados de estar cerca de sus lugares de origen.

 

En cuanto descendió del coche oficial en su segundo desplazamiento a la zona se pudieron oír gritos y abucheos por parte de decenas de opositores y militantes de la izquierda abertzale, que hicieron que se dirigiera directamente a un bar a la espera de que se calmara la situación.

 

Las fuerzas del orden se han visto obligadas a intervenir incluso con gases lacrimógenos en las cercanías de ese local, situado en el centro de Bayona, y según indicó hoy el diario local “Sud Ouest”, Sarkozy achacó este episodio a “la violencia de una minoría”, entre la que incluyó a militantes del Partido Socialista (PS).

 

Max Brisson, de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP) y concejal en la alcaldía de Biarritz, consideró en declaraciones que lo sucedido ha sido “escandaloso” y lamentó que militantes socialistas “impidan hacer campaña” a Sarkozy de cara a las presidenciales de los próximos abril y mayo.

 

El presidente, según añadieron los medios locales, partió de Bayona hacia las 17.10 hora local en dirección a Bruselas, y calificó de “anormal” que el Partido Socialista (PS) se haya manifestado junto a personas cercanas “a un movimiento terrorista”, en referencia a ETA.

 

Asimismo, Sarkozy expresó sus dudas sobre si el candidato socialista y su principal rival, François Hollande, “desea que pueda hacer campaña de manera serena y republicana” sobre todo el territorio”. EFE