The New York Times identificó hoy el fenómeno de los “transfronterizos”, jóvenes que radican en México con sus familias, pero que diario deben migrar entre dos culturas, dos idiomas y dos naciones con objeto de asistir a la escuela en Estados Unidos.

Estos jóvenes, ciudadanos estadunidenses cuyas familias han regresado a México pero que asisten a escuelas al norte de la frontera, han generado un intenso debate entre educadores y sociólogos en Estados Unidos sobre la conveniencia de brindarles educación gratuita, apuntó el diario.

Para los “transfronterizos” –término acuñado por académicos del fenómeno migratorio en Estados Unidos–, la vida diaria está llena de angustia por tener que mentir a las autoridades escolares sobre su lugar de residencia y porque el premio que buscan, “una educación decente, les pueda ser arrebatado”.

La nota explicó que la cifra de “transfronterizos” es desconocida, pero que su presencia “refleja las complejidades de la vida de la frontera”, que incluyen disparidades económicas y educativas entre Estados Unidos y México, y familias divididas por la deportación y el desempleo.

El flujo diario de estos jóvenes ha conducido a la creación de un carril designado entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas, donde entre 800 y mil 400 estudiantes cruzan todos los días la frontera para llegar a su escuela, de acuerdo con el periódico.

Mientras tanto, en Calexico, California, autoridades calculan que entre 100 y 200 jóvenes cruzan todos los días la frontera, la mayoría de los cuales no paga colegiatura, lo que deja al distrito en la posición de tomar “dolorosas decisiones” y expulsarlos.