Los gobiernos del Distrito Federal y del estado de México identificaron ya cuatro posibles destinos para el depósito de la basura que se genera en esta entidad. El viernes se reunirán autoridades de ambos gobiernos para discutir las condiciones que impondrán los municipios mexiquenses para recibir la basura de los capitalinos.

 

Desde que el jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, anunció el cierre del Bordo Poniente, los camiones recolectores, dependientes de las delegaciones políticas, han tenido que esperar más tiempo en los centros de transferencia para dejar los desechos. Estos centros son instancias que administra la Secretaría de Obras del DF.

 

La incertidumbre por el tiempo de espera de los camiones recolectores se debe a que las góndolas y cajas que salen de los centros de transferencia, hasta ayer, desconocían el tiradero al que debían llevar los residuos. Si bien podían llegar a Ixtapaluca, al final tenían que regresarse a otro municipio, entonces el tiempo en que estos contenedores tardaban en llegar al centro era mayor, explicaron trabajadores del centro de transferencia de la Central de Abasto en Iztapalapa.

 

El hecho de que los centros de transferencia desconocieran el tiradero al que debían llevar la basura se debió, en parte, a que desde la fecha del anunció del cierre del Bordo Poniente, el jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, no tenía con quién negociar. Por ejemplo, el alcalde del municipio de Ixtapaluca estaba de vacaciones, trabajadores del ayuntamiento informaron que este jueves reanuda sus actividades.

 

En el proceso de negociación entre los gobiernos del DF y del Edomex, “estamos buscando lugares que nos permitan una recolección coordinada, que no estén tan cercanos a zonas pobladas como estaba el Bordo Poniente en el DF y también la capacidad que tiene cada uno de los vertederos”, dijo a 24 Horas el vocero de la Secretaría de Medio Ambiente del Estado de México, José Pacheco.

 

A decir de los choferes de los camiones de basura en Iztapalapa, la elección del lugar debe ser muy bien pensada, de lo contrario podrían “echarse encima a los vecinos”, como ocurrió en Ixtapaluca. Aunque el tiradero está alejado de las zonas habitacionales, con el tiempo se corre el riesgo de contaminar los lagos de donde se extrae el agua. “Claro que la gente va a protestar por algo así”, consideraron.

 

Para los trabajadores de limpia y del centro de transferencia de Iztapalapa, el problema de la basura es de coyuntura política. Unos dicen que “Marcelo la regó, otros aseguran que el jefe de gobierno le quiso ganar a los pepenadores y que el problema se resolverá hasta que vuelva a ganar el PRI en el Estado de México”.

 

Previo a la reunión del viernes, José Pacheco adelantó que los basureros en la mira son concesionados y bajo la jurisdicción del estado, aunque no reveló la ubicación. El vocero agregó que están en pláticas con los alcaldes para evitar conflictos como se presentaron en Ixtapaluca y Cuautitlán Izcalli, donde hubo bloqueos de carreteras y rechazo de la ciudadanía.

 

En esta problemática, los ciudadanos no son los únicos inconformes, también autoridades municipales. La alcaldesa de Cuautitlán Izcalli, Paulina Alejandra Del Moral Vela, advirtió: “el gobierno municipal está haciendo todo lo que está a su alcance para hacer valer la gran inconformidad y el absoluto rechazo de los izcallenses a que seamos el depósito de la basura del Distrito Federal”.

 

Erik Albores, regidor de Ixtapaluca, igualmente comentó que a nivel de cabildo nunca se discutió el tema y hasta ahora no se ha instalado la mesa de diálogo después de que los vecinos bloquearan la carretera México–Puebla.

 

 

Pronto volverá la normalidad

Rafael Macías, subdirector de recolección y tratamiento de desechos sólidos de la delegación Cuauhtémoc, dijo que a partir del 9 de enero se normalizará el servicio de recolección, cuando menos, en esta demarcación.

 

En cambio, las delegaciones Benito Juárez, Iztacalco e Iztapalapa reportaron que el servicio de recolección está bajo control y que hasta ahora no ha sido necesaria la implementación de acciones conjuntas con el gobierno capitalino.

 

Esto se debe a que en cuanto hay un cuello de botella que dificulta la recolección de basura “nos comunicamos de inmediato con la Secretaría de Obras Central (del gobierno del DF) para que nos manden más cajas y no permitir que los tiraderos de basura se salgan de control”, explicó Alfonso Hernández, director general de servicios urbanos de la delegación Iztapalapa.

 

“A nosotros en la delegación sólo nos toca vigilar que los camiones de la demarcación recojan la basura en las calles para después llevarla a los centros de transferencia. Lo que pasa a partir de que nuestros camiones llegan al centro ya no es responsabilidad nuestra porque los centros dependen de la Secretaría de Obras del DF y la decisión de ir a uno u otro tiradero dependen de esta dependencia”, detalló el funcionario.