Tras el problema que generó el cierre del Bordo Poniente y la falta de tiraderos alternos para llevar las 12 mil 600 toneladas de desechos generados diariamente en el Distrito Federal, la Secretaría de Gobernación entró al quite de las negociaciones entre el gobierno capitalino y del Estado de México.

 

Ayer funcionarios federales y capitalinos se reunieron en Bucareli. Al finalizar el encuentro, José Luis Luege Tamargo, titular de la Comisión Nacional del Agua, informó que el subsecretario de gobernación, Obdulio Ávila Mayo participará en las negociaciones que sostienen representantes de ambos gobiernos para la disposición final de dos mil 600 toneladas de basura.

 

Según Luege Tamargo, una de las alternativas para el tratamiento de los residuos es separar lo orgánico para continuar enviando estos desechos a la planta de composta del Bordo Poniente, que actualmente recibe seis mil toneladas diarias de residuos.

 

Lo inorgánico se mandaría al reciclaje de las plantas privadas; en tanto que los desperdicios sin ningún valor de reciclaje se destinarían a cualquier tiradero de los municipios mexiquienses.

 

Lo anterior debido a que los gobiernos están analizando la cercanía de las delegaciones del Distrito Federal con algunos de los municipios del Estado de México para convertirlos opción de tiradero.

 

Luege Tamargo mencionó que las alternativas más viables, hasta el momento, son Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli, Ixtapaluca y Xonacatlán. En estos tres últimos municipios, desde el pasado domingo se está monitoreando el tiempo de traslado de la basura del DF a estos sitios; sin que esto signifique que serán los lugares definitivos, explicaron funcionarios del gobierno capitalino que asistieron a la reunión.

 

La planta de separación de residuos que trabaja actualmente en el Bordo Poniente se optimizará para el aprovechamiento de biogás, explicaron durante la reunión. Ello permitirá dignificar el trabajo de los pepenadores ya que la separación será de manera más ordenada y tendrán más ventaja por la venta.

 

Si el gobierno del Distrito Federal no alcanza acuerdos con las autoridades de los municipios que ofrecen sitios alternos donde depositar parte de la basura que se genera en la Ciudad de México, el problema podría convertirse en un asunto de seguridad nacional, trascendió en la Secretaría de Gobernación (Segob).

 

Los funcionarios consideraron que la Segob es un territorio neutral para desarrollar las negociaciones con la finalidad de evitar politizar el tema considerando que los titulares de la Comisión de Derechos Humanos del DF y de Conagua atacaron a Marcelo Ebrard por no tener una estrategia definida y atender la problemática.

 

De las 12 mil 600 toneladas de basura que se generan en la capital del país, seis mil son orgánicas, tres mil se destinan a la quema de los hornos de Cemex y dos mil 600 todavía no tiene un destino definitivo, por lo menos hasta alcanzar acuerdos con el Estado de México.