Cuando le llegó a Cleopatra la noticia de la derrota de Marco Antonio, mandó matar al mensajero. ¡Marco Antonio siguió derrotado!

 

El lunes pasado Standard & Poor’s amenazó con retirar su impoluta calificación de AAA a los seis países de la Unión Europea que todavía la mantienen. En sí, este anuncio fue teatral y novedoso, porque nunca antes se habían concentrado, en un solo comunicado, a seis países de golpe. Los más sorprendidos son los alemanes ya que no son gobernados por políticos incompetentes e irresponsables en material financiera. Pero también les tocó.

 

Como resultado, las agencias de calificación están siendo criticadas con furia por políticos europeos que cuestionan su injerencia perturbadora. Muchos de ellos las preferirían ver desaparecidas. De igual manera, algunos políticos europeos las acusan de estar complotando en contra del euro o de estar vendidas a intereses americanos, chinos, etc.

 

Matar al mensajero para no escuchar la noticia es tentador, inclusive, puede llegar a ser placentero, pero no es muy útil porque la noticia sigue siendo la misma.

 

En concreto, qué hacen las agencias de calificación, quién les paga, quién las escucha y qué califican.

 

Obviamente califican el riesgo de un emisor de deuda, desde una ciudad, pasando por una empresa, y hasta un país.

 

A las agencias calificadoras les pagan los mismos emisores de deuda.

 

Quien usa su opinión son los que compran la deuda de estos emisores, o sea todos nosotros bajo la personalidad de fondos de retiro y actores de mercado, entre otros.

 

En este sentido son absolutamente esenciales e indispensables.

 

¿Son corruptas? Las han criticado mucho por equivocarse de manera total en el caso de Enron, empresas de seguros gringas a quienes otorgaron buenas calificaciones cuando no eran más que basura tóxica, lo mismo con algunos bancos pero de equivocarse a señalarlas como corruptas, se requiere mostrar las pruebas.

 

¿Son parciales? Sí lo son. El perfil anglosajón der las tres principales, cuenta. Así que dependiendo de cómo quieras ver este factor explicarías que Inglaterra, que está en una situación desastrosa, no esté tan mal calificada como España o Italia.

 

¿Es suficiente tener un buen nivel de deuda para no ser mal calificado?

 

Pues resulta que no, Luxemburgo, por ejemplo, no tiene deudas (prácticamente ninguna) pero está bajo vigilancia negativa por parte de Standard & Poor’s por formar parte de la zona euro.

 

Suiza tampoco tienen deuda significativa pero no forma parte de la Unión Europea y su moneda se ha ido apreciando de manera tan fuerte que los suizos están llorando.

 

¿Las agencias tendrán razón sobre las calificaciones que han dado a países de la Unión Europa? No, definitivamente están siendo muy, pero muy tolerantes, y deberían haber retirado el triple A a países como Francia hace mucho tiempo. De hecho, los mercados ya lo han anticipado y les están cobrando a Francia y a otros un premium importante.

 

¿Cómo tener buena calificaciones de parte de las agencias?

 

Es una mezcla importante de buenas finanzas públicas, economía sana, políticos estrictos y organizados.

 

Es decir….Suiza.

 

¿Qué pueden hacer los estados para mantener su triple A? Esto si es una pregunta difícil de contestar porque la respuesta no es agradable de escuchar. No vivir por encima de sus posibilidades, no gastar más de lo que cobran de impuestos, ahorrar, invertir en educación y en infraestructura… como cualquier familia básicamente.

 

Como los políticos parecen ser unos irresponsables que les encanta despilfarrar el dinero ajeno, o sea el mío y el tuyo, la tendencia en Europa es remplazar a los políticos por tecnócratas. Esto puede sorprender porque aquí en México los gobiernos de tecnócratas no dejaron muy buenos recuerdos. En concreto, se requieren tecnócratas honestos y no las lacras que formaron el último gobierno de tecnócratas mexicanos quienes fueron, más bien, cleptócratas.

 

En fin este es otro tema. Se desea y se espera que los tecnócratas europeos sean disciplinados y honestos.

 

Por lo menos actúan muy bien. La ministra de asuntos sociales italiana se puso a llorar cuando le tocó anunciar los recortes a su sector. No sé si su llanto ayudará a digerir las duras medidas que el gobierno post bunga bunga (berlusconiano) aplicará, pero se vio muy noble a través de la televisión.

 

Las agencias de calificación han anunciado el fin del recreo presupuestario de los últimos 30 años en Europa y esto duele, pero esconderse de la realidad o, como Cleopatra, mandar matar al mensajero, no cambiará nada.

 

guy@fondocreacion.com

*Financiero