La Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi) demandó el excarcelamiento del director de la Radio Diversidad de Paso del Macho, Veracruz, José Hernández, y el esclarecimiento del asesinato de las periodistas comunitarias Felícitas Martínez y Teresa Bautista, ocurrido en 2008.

 

Estas agresiones y 68 homicidios a comunicadores en esta administración del gobierno federal, dijo la asociación, “dan cuenta de la impunidad, y con ello el mensaje es que se puede seguir agrediendo al medio periodístico, porque nada va a pasar”.

 

La presidenta de la referida asociación dijo que resulta vergonzante la utilización del aparato institucional del Estado para defender intereses de unos cuantos particulares, maltratando y violentado los derechos de las comunidades más vulnerables, como lo muestra el encarcelamiento de Juan José Hernández, ocurrido hace unos días en esa entidad, y demandó la libertad de este comunicador.

 

A su vez, urgió a que se esclarezca el doble homicidio de las comunicadoras triquis de la radio La Voz que Rompe el Silencio, del municipio de Copala, Oaxaca, asesinadas el 7 de abril del 2008, y quienes post mortem fueron galardonadas con el Premio Nacional de Periodismo, en la modalidad de Orientación y Servicio a la Comunidad.

 

A su vez, remarcó que por acción o por omisión el Estado relega y atropella a las radios comunitarias, En contraste, la eficacia con la que las persigue no es la misma para castigar a los responsables de los asesinatos de quienes en ella laboran.

 

Estableció que ante esto la pregunta esencial y más básica que se hacen las comunidades ante esta situación, es “¿por qué el gobierno nos maltrata tanto?”.

 

Aleida Calleja apuntó que también el derecho a la información está vulnerado por el drama de ser el país más peligroso del continente para ejercer el periodismo.

 

“Este vergonzante lugar lo ganamos por el número de asesinatos, desapariciones y agresiones en contra de periodistas y medios de comunicación”.

 

La casi totalidad de los 68 homicidios contra periodistas se encuentran en la impunidad, “ni un solo responsable, ni un solo castigo. Con ello, el mensaje que se da es que se puede seguir agrediendo al gremio periodístico porque nada sucederá”.

 

Anotó que ante la impunidad y el miedo generalizado muchos periodistas y medios de comunicación se refugian en la autocensura como forma de protección, para evitar exponer la vida.