La Unión Europea representa el 26 por ciento del PIB, más del 7 por ciento de la población y el 36 por ciento del comercio mundiales, donde el 63 por ciento de este último se realiza entre sus países miembros.

 

Es destacable que entre sus 28 miembros, los cinco grandes (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España) representan el 72 por ciento del PIB, 63 por ciento de la población y 56 por ciento del comercio internacional de la Unión Europea.

 

Una reacción tardía a la crisis mundial se hizo evidente en Europa, y con particular intensidad, en el grupo de los denominados PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España), mostrando, en cada uno de ellos, elevado déficit del gobierno, elevada deuda pública y bajas tasas de crecimiento, unidas a un incremento del desempleo.

 

La transferencia de los problemas de la periferia europea a varios países centrales, hace pasar del plano nacional a las dudas sobre el futuro de la actual Unión Europea en general y del euro en particular.

 

Las esperanzas de que el fortalecimiento del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera permitiera el apoyo suficiente a países de mayor dimensión, como el caso de Italia, no se han visto aun confirmadas por los hechos, apareciendo además algunas alternativas tales como la posibilidad de acción directa del Banco Central Europeo, en una función de prestamista de última instancia.

 

Las últimas declaraciones, sobre una Europa a dos velocidades, una de ellas con un núcleo más sólido de pocos países, y otra con menores obligaciones y ventajas, además de la ya explícita contradicción entre los 17 países de la zona “euro” y el resto, muestra la necesidad de reformar una serie de cuestiones si se quiere que la UE continúe funcionando, y en particular, se siga con la utilización del euro.

 

Los excepcionales alcances obtenidos por la UE, comenzando con 6 países y llegando a 28 miembros, de una unión aduanera en construcción a una unión económica y monetaria, su importancia en el mundo, sus éxitos en los planos económico y social, y su función de contrapeso en un mundo unipolar, hacen mayor la preocupación de que su situación actual pueda terminar con muchos de sus anteriores logros.

 

Ante la situación actual es importante enfatizar que la misma se debió fundamentalmente a fallas importantes de aplicación, regulación, control y funcionamiento, rescatando la esencia de la idea su creación e implementación.

 

*Profesor de la Universidad Iberoamericana.