WASHINGTON. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó hoy que el acuerdo alcanzado en la Unión Europea (UE) para atajar la crisis de la deuda sienta una “base esencial” para resolver el problema.

 

En un breve comunicado distribuido por la Casa Blanca, Obama indica que EE.UU. espera ahora “el completo desarrollo y rápida puesta en marcha” del plan y expresa el apoyo de Washington a los países europeos en sus esfuerzos por resolver la crisis.

 

“Damos la bienvenida a las importantes decisiones tomadas la pasada noche por la Unión Europea que sienta una base esencial para una solución exhaustiva a la crisis en la eurozona”, apuntó el presidente estadounidense.

 

“Seguiremos apoyando a la UE y a nuestros aliados europeos en sus esfuerzos para atajar esta crisis al tiempo que colaboramos para apoyar la recuperación global y para que la gente pueda volver al trabajo”, añadió.

 

Obama reaccionaba así al anuncio del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, del logro de un acuerdo en la cumbre de la zona euro para intentar solucionar la crisis de la deuda.

 

“Se ha alcanzado un acuerdo global en la cumbre del euro de hoy”, dijo Van Rompuy al cabo de ocho horas de discusiones.

 

El pacto incluye un recorte del 50 por ciento de la deuda griega en manos privadas, la recapitalización de los bancos con 106.000 millones de euros y la potenciación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) para que su capacidad de intervención alcance hasta un billón de euros.

 

El cuarto capítulo del acuerdo incluye nuevas medidas de consolidación fiscal por parte de los países que necesitan “finanzas públicas más sostenibles y más reformas estructurales”, dijo Van Rompuy en la rueda de prensa que cerró la cumbre.

 

La cumbre de la zona euro también decidió iniciar el proceso para estudiar una posible reforma de los Tratados con el objetivo de reforzar la convergencia económica, incrementar la disciplina fiscal y profundizar la unión económica.

 

Los líderes comunitarios debatirán esta cuestión en la cumbre del 9 de diciembre.  EFE