Michael Nyman (Londres, 1944) dice que le gusta sumergirse en el desesperante tráfico de la Ciudad de México y que en el DF se siente libre del corset inglés que impide a las personas relacionarse y hasta de sostener conversaciones espontáneas por la calle.

 

Luego de que le mostraron en un teléfono celular las fotos del Teatro Cine Ópera ha impulsado el rescate del inmueble construido en los años 40 en la colonia San Rafael que permanece cerrado desde hace 13 años por el sobrecupo y portazo durante el concierto de Bauhaus.

 

El proyecto del cineasta, fotógrafo y músico de cabecera de Peter Greenaway (con quien ha trabajado en 20 películas y cortometrajes) es rescatar de la destrucción al Teatro Cine Ópera y convertirlo en una “alternativa al Palacio Bellas Artes, con teatro, ópera, danza y espectáculos” por lo que pide apoyo al gobierno del Distrito Federal, la UNAM y del multimillonario Carlos Slim. Esta construcción ahora abandonada representa, dice Nyman, una manifestación en forma de muerto viviente de las ruinas de la modernidad y “ejemplifica claramente la desastrosa belleza de la ruina, al menos por las mañanas, cuando los rayos del sol brillan a través de sus orificios. Estas imágenes en movimiento tienen dos consecuencias: una poética y política; la otra pragmática y fotográfica. En el primero de los casos, los rayos de luz se burlan de cierta manera del propósito original del Teatro Cine Ópera, al comportase como los haces de los proyectores que todavía se encuentran en la sala: proyectan imágenes inexistentes sobre una pantalla inexistente, evidencian la necesidad de una subvención pública o privada que pueda rescatar este cine”.

 

En cuanto al Palacio de Bellas Artes, el Comité Nacional Mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos-México) denunció a principios de año las afectaciones durante los trabajos de remodelación por los festejos del Bicentenario en los cuales se gastaron 700 millones de pesos. De acuerdo con el organismo quedaron dañados la acústica natural del recinto y el estilo arquitectónico art déco de la sala principal. Los trabajos, que duraron tres años, modificaron las tramoyas, tarima y el foso de la sala principal; además, acusó, se destruyó la platea al quitar el suelo inclinado y poniendo en su lugar escalones.

 

Las excursiones de Nyman por el Ópera generaron cientos de imágenes fijas y en movimiento “del desamparo y la decadencia” que ahora se exhiben en el Museo del Chopo.  De las más de 700 imágenes que registró, 59 se presentan, junto con una película de 20 minutos en la exposición Cine Ópera, curada por Trisha Ziff, en el Museo Universitario del Chopo, a partir del 24 de agosto y hasta el 15 de enero.

 

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