Esto de soltar y confiar, que lo que suceda cuando ya no “controlo” y sólo dejo que las cosas sean, no es un tema fácil para mí, ya que una de mis características personales es precisamente el control.

 

 

En constantes ocasiones, la vida me presenta situaciones en las que me doy cuenta, a veces con mucho dolor, que en realidad no controlo nada. Sin embargo, aun con estas experiencias este tema en mí es algo recurrente y con lo que tengo que estar trabajando constantemente.

 

FOTO COLUMNA MONICA_ESPECIAL

 

 

Hoy estoy aprendiendo a aceptar que no soy “tan poderosa” como me imagine en algún momento de mi vida y esto se constituyó como característica de mi personalidad, porque así me podía sentir segura y fuerte. También tengo que reconocer que esa forma de manejarme en la vida me ha ayudado mucho a ser lo que soy hoy, pero si reflexiono a profundidad, me doy cuenta que ha sido a un costo muy alto.

 

El creer que puedo controlar todo me somete a un estrés y presión constante que termina afectando mi vida y mi salud, por tanta tensión. Además, a la larga, me he dado cuenta de que lo único real que puedo controlar es mi decisión sobre la actitud que asumo en la vida, frente a lo que se me presenta. Esto sí está en mis manos hacerlo. Es lo único que si puedo controlar. Lo demás, aunque me pese o me duela, está fuera de mi rango de acción.

 

 

Tú en algún momento de tu vida ¿te has identificado con esta forma de actuar y de sentir en la vida? ¿Te has dado cuenta que tan cansado es creer que controlamos todo? Además, ¿has considerado todas las consecuencias que esto trae para ti física y emocionalmente? ¿Te has preguntado si realmente vale la pena?

 

Son pequeñas reflexiones que yo me he hecho y que me han servido para tratar de cambiar el rumbo de mi vida para vivir y disfrutar más, lo que hay tal cual es, sin conectarme a ese miedo a lo que no conozco y no controlo. La vida es lo que tengo y lo que vivo hoy, eso es con lo que cuento.

 

Por eso, me he propuesto soltar todo eso que no puedo cambiar, y confiar en que lo que suceda va a ser lo mejor. Aunque no me guste algo, seguramente tendré que aprender de eso y lo trataré de vivir con la mejor actitud posible, fluyendo con lo que toca.