El presidente Enrique Peña Nieto arregló un viaje relámpago entre Davos y Cuba: Honduras. Peña Nieto asistirá en la capital Tegucigalpa –que tiene uno de los aeropuertos más peligrosos del mundo- a la toma de posesión de Juan Orlando Hernández el 27 de enero. Será su invitado de honor, pues ese día el nuevo mandatario firmará una declaración con otros sectores políticos para desarrollar el Pacto por Honduras, a imagen y semejanza del Pacto por México, que ha sido uno de los acuerdos políticos que más ha llamado la atención en el mundo. 

La visita de trabajo a Cuba tendrá un momento culminante que fue platicado desde hace casi un año: el encuentro entre el presidente Enrique Peña Nieto y el comandante Fidel Castro. Esta reunión, que será más testimonial y de experiencia personal para Peña Nieto, fue platicada con el presidente cubano,Raúl Castro, cuando se habló de la visita mexicana a La Habana. Dicen los que saben que Peña Nieto le dijo en ese momento si habría posibilidades de ver al comandante, a lo que su hermano Raúl respondió de inmediato: “De eso yo me encargo”.

 

El jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, deshoja la margarita para decidir a qué evento va en la tercer semana de enero, en donde está invitado. Por un lado se encuentra el Foro de Davos, que anualmente se realiza en ese destino turístico cerca de Zurich, donde asisten dignatarios para hablar con la élite empresarial del mundo. Por otro lado la quinta cumbre de alcaldes en Johannesburgo, que en tres días hablan de temas urbanos y de cambio climático. No hay decisión tomada, pero por la forma como ha actuado en su gobierno, Mancera irá a la reunión en Sudáfrica, donde no faltaba su antecesor Marcelo Ebrard, en lugar de acudir al pináculo del networking.

 

“No echen la sal”, dicen en el Fondo de Cultura Económica. No es correcto que la librería del FCE en Guadalajara, como se reportó en este espacio el viernes pasado, esté empacando porque un grupo de narcotraficantes le exigió el pago de piso. El director del FCE, José Carreño Carlón, estaba aterrizando de Chile y Colombia cuando leyó esta información y rápidamente verificó con los responsables en Jalisco. Nada irregular, le reportaron. Por ahora, afortunadamente, no fue la librería del FCE la afectada.