Óscar Turrión, sacerdote de los Legionarios de Cristo, anunció su renuncia al puesto de rector del seminario “María Mater Ecclesiae” de Roma, tras confesar que es padre de dos hijos producto de una relación mantenida con una mujer durante años.

 

El episodio ha puesto de nuevo en el ojo del huracán a la congregación de origen mexicano y recuerdan los escandalosos años del fundador Marcial Maciel Degollado, culpable de abusos sexuales contra menores, consumo de drogas y otros graves abusos.

 

“Nunca pensé que tendría que ponerme a escribir palabras semejantes a éstas, pero a la vez, siempre he vivido con la certeza de que la verdad debía guiar mi vida a cualquier costo”, con esas palabras inició Turrión (49 años), una carta de despedida que salió a la luz este fin de semana.

 

En ella, reveló haberse enamorado de una mujer conocida “en un país” hace mucho tiempo. Sostuvo que “ciertos hechos” de su congregación y de la Iglesia lo “desilusionaron” llevándolo a buscar “lo que más convenía” para su vida.

 

“Fue en ese período cuando entré en contacto de nuevo con esta mujer y poco a poco me fui enamorando. De esa relación nació primero un hijo y hace unos meses una hija”, explicó.

 

Al mismo tiempo aclaró no haber usado dinero del seminario que dirigía para mantener a sus hijos, sino que “desde hace tres años apartaba “los donativos que amigos míos me daban para mi uso personal”.

 

En 2014, cuando los Legionarios lo tomaron en cuenta para dirigir el seminario, revisaron su historial y lo convocaron para un coloquio. En esa ocasión él decidió callar su situación declarándose idóneo para el cargo y agradeciendo la confianza depositada en él.

 

Finalmente decidió confesar la noticia a sus superiores el pasado 27 de marzo, cuando ya se acercaba el fin de su primer trienio como rector. Pero sólo dijo que “acababa de tener una hija”.

 

Fue entonces que la cúpula de la Legión solicitó al Vaticano el nombramiento de un sustituto, que inició su mandato en el mes de agosto.

 

Apenas el 5 de octubre último se conoció parte del resto de la historia: él ya era padre de otro hijo con la misma mujer, concebido “hace unos años”. Ahí “manifestó su intención de abandonar el ministerio sacerdotal y de solicitar la dispensa de las obligaciones contraídas con su ordenación”.

 

“Mi corazón se gira hacia los miles de personas que, a lo largo de mis años, he conocido, guiado y acompañado en sus virtudes y en sus caídas”, escribió.

 

“Les pido perdón por hacerlas ahora a ellas conocedoras de mis miserias y caídas. Siempre me han abierto sus corazones y ahora me corresponde abrirles yo el mío: pido perdón por el mal ejemplo y el anti-testimonio que les he dado”, añadió.

 

La oficina de prensa de los Legionarios de Cristo emitió una declaración en la cual presentó una cronología de hechos, declarándose consciente “del impacto que el ejemplo negativo de un formador y rector tiene entre ellos y los demás fieles de la Iglesia”.

 

“Nos produce profunda tristeza que la historia reciente de nuestra congregación haya sido causa de enfriamiento espiritual para algunos. Estamos firmemente comprometidos en acompañar a nuestros hermanos en los momentos difíciles”, indicó la nota.

 

JMSJ