Muy pocos conocen esta historia:

 

El lunes pasado, luego de inaugurar el ciclo escolar en la primaria Eudoxia Calderón Gómez, el presidente Enrique Peña Nieto habló largo, como amigos y como políticos, con el gobernador Eruviel Ávila Villegas.

 

En el diálogo surgió un tema obvio: la sucesión.

 

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) ya debe planear la postulación de su candidato porque el registro debe darse en diciembre próximo –el día 18– para las elecciones de 2017.

 

Hay muchos prospectos, a los cuales se les atribuyen ventajas y desventajas, cercanías y rechazos.

 

Imposible pensar en otros.

 

O, como me diría un altísimo mexiquense: “No hay más que los que se mencionan”.

 

Dicho en otros términos, no puede pensarse en una sorpresa mayúscula como sucedió con Enrique Ochoa Reza, quien abdicó del PRI cuando aspiraba a ser consejero electoral y llegó de presidente.

 

O con imposiciones como Baltazar Hinojosa, por Luis Videgaray, para llevar a su partido a una derrota humillante, por primera vez en su historia, en Tamaulipas.

 

Peña elige; Eruviel verá resultados

 

El diálogo, cuenta un testigo, fue amable.

 

Enrique Peña Nieto hablaba con Eruviel Ávila Villegas como aquellos tiempos en los cuales se construía una candidatura presidencial desde una buena administración en el Estado de México.

 

La conclusión fue obvia:

 

-La decisión será mexiquense.

 

Tal vez Ávila Villegas no tenga la posibilidad de impulsar a quien él quiera, pero sí deberá hacerse cargo del proceso y del resultado.

 

Es decir, el aval estará en Los Pinos, pero de común acuerdo.

 

Y no hay más:

 

Ana Lilia Herrera, Carlos Iriarte, Carolina Monroy, José Manzur, Ernesto Nemer, Alfredo del Mazo

 

En espera de la decisión Peña-Ávila, va un pronóstico: no será el más popular en las encuestas –nadie garantiza el triunfo–, sino quien tenga menos negativos y mayores posibilidades de crecer.

 

Como sucedió con Emilio Chuayffet, Arturo Montiel Ernesto Zedillo dio total libertad en 1999 a César Camacho Quiroz–, Enrique Peña y Eruviel Ávila.

 

Sana decisión tras los recientes fracasos en siete estados, unos entendibles y otros atribuibles a la crisis, la corrupción gubernamental rampante y los berrinches y desprestigios de gobernadores salientes.

 

Azcárraga Jean se muestra satisfecho

 

Todos extrañamos a Joaquín López-Dóriga en el noticiero estelar de Televisa.

 

Tras esa realidad sigue la historia:

 

El cambio tiene satisfecho a Emilio Azcárraga Jean.

 

Como anunció, su interés es atraer audiencias jóvenes y Denise Maerker estrenó su noticiero 10 en Punto con gran alboroto con el reportaje y la entrevista a Bernardo Barranco sobre los matrimonios gay.

 

Justo lo pedido por Azcárraga Jean.

 

Visto así, es un adelanto de hacia dónde se moverán Televisa y su conductora para, dicho por la empresa, informar, explicar, investigar y debatir.

 

El nuevo modelo de producción tendrá modificaciones, como sucede siempre con un nuevo producto informativo, pero antes de nuevos ajustes el énfasis de la televisora estará en sus materiales informativos.

 

Por la ruta del debate, no lo dude usted.