CARACAS. Nicolás Maduro no necesita de críticos; él mismo se hace caricatura al presentar a los ciudadanos venezolanos quejas de lo que la prensa extranjera escribe.

 

“No podemos seguir aceptando que la oligarquía mediática colombiana siga mintiendo y sembrando odio sobre Venezuela, es una aberración total”, dijo Maduro al denunciar la supuesta existencia de una campaña mediática que se estaría promoviendo desde Colombia contra Venezuela.

 

El gobernante afirmó en su cuenta de Twitter que según cifras oficiales en los últimos nueve años han emigrado al país casi 800 mil colombianos y que en el país viven más de 5 millones de colombianos. “¿Por qué se vienen del paraíso al infierno que ustedes dibujan?”, inquirió el mandatario al cuestionar a los medios colombianos.

 

Maduro expresó que estaba dispuesto a asumir un debate en defensa del país y exhortó a la prensa de Colombia a debatir “sobre la verdad”.

 

“Llamo a nuestros pueblos de Colombia y Venezuela a salirle al paso a esta campaña de odio y mentiras contra Venezuela”, agregó.

 

El mandatario fustigó con dureza a mediados de mes una caricatura del colombiano Vladdo, publicada en la revista Semana, en la que se mostraban la versión oficial del escudo nacional y otra formada con los símbolos destruidos y un caballo débil y batido, y sostuvo que formaba parte de una campaña de desprestigio contra su gobierno que estaría impulsando desde Colombia.

 

Maduro, al igual que su antecesor, el fallecido Hugo Chávez, ha mantenido desde que asumió el gobierno en abril de 2013 tirantes relaciones con los medios locales y algunos extranjeros, a los que ha acusado de difundir mentiras y de conspirar contra su gobierno.

 

Es mentira: Washington

 

El Gobierno de Estados Unidos aseguró que, en sus conversaciones privadas con varios países de Latinoamérica, está trasladando el mensaje de que las acusaciones de la Administración de Venezuela sobre un intento de golpe orquestado desde Washington son “falsas” y “ridículas”.

 

La vocera del Departamento de Estado de EU, Jen Psaki, confirmó en su conferencia de prensa diaria que Washington está comentando con otros países del continente la reciente acusación del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sobre la implicación del Gobierno estadunidense en un plan de golpe para derrocarlo.

 

“Estamos dejando claro en todas nuestras conversaciones (con países del continente) las mismas cosas que decimos en público: que estas acusaciones son falsas, son ridículas”, dijo Psaki.

 

“El Gobierno de Venezuela tiene que dejar de culpar a Estados Unidos y a otros miembros de la comunidad internacional por cosas que suceden dentro de Venezuela (…), y centrarse más en los retos dentro de su propio país, porque esto es solo un esfuerzo para distraer”, añadió la vocera.