TEL AVIV. Edificios en llamas, casas quemadas, bosques arrasados, más de 80 mil personas y alrededor de 130 heridos (en su mayoría leves por inhalación de humo) son el balance de una masiva ola de fuego que amenaza a una decena de barrios de la ciudad de Haifa y que se enmarca en una cadena de fuegos en el país, la cual investigan los servicios secretos ante las sospechas de que se trate de una ola de ataques palestinos.

 

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el titular de Seguridad Interior, Guilad Erdán, describieron la situación como una “nueva forma de terrorismo”.

 

“Estamos ante una ola de terrorismo incendiario. Todo incendio provocado es una forma de terrorismo, cualquiera que intente quemar partes del Estado de Israel será castigado”, afirmó Netanyahu desde la ciudad de Haifa. Se investiga asimismo si está relacionada con un polémico proyecto de ley del Gobierno israelí para reducir el volumen de los altavoces en las mezquitas.