Alejandra Guzmán sorprendió a todos al decidir renunciar a OCESA Seitrack, que era la agencia que la representaba y la cual vendía sus shows. De hecho, la cantante era parte de esa empresa desde hacía 13 años.

 

Guzmán decidió que ya no quería continuar su relación laboral porque ya no estaba contenta con el trato que le daban y las ganancias que le reportaban, y sin pensarlo, fue a la oficina de Alex Mizrahi, quien es el que está a cargo de Seitrack y le avisó que se iba y no había vuelta atrás.

 

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Entre quejas y gritos, Mizrahi no pudo hacer nada y ahora el departamento legal de OCESA y los abogados de Guzmán analizan la mejor manera de terminar el contrato, ver cuánto se debe y a qué arreglo pueden llegar para que la artista no salga pagando de más.

 

Ahora Alejandra se incorporó a la agencia que preside Cynthia Velarde, quien lleva muchos años dedicándose al management y quien ahora sabrá lo que es bueno, pues por todos es sabido el temperamento de la cantante, así que llevar su carrera no será nada fácil; talento tiene, también vende fechas, pero cualquier cosa la puede alterar y nadie puede hacerla entrar en razón.

 

El trato con artistas es complicado, pues ellos tienen la materia prima, pero hay que respaldarlos y apoyarlos, no sólo se trata de subir al escenario y cantar, pero algunos así lo piensan. Sin duda OCESA tiene toda la infraestructura para mover a los artistas por todo el país, pero también se quedan con una parte importante de las ganancias.

 

Sólo el tiempo dirá si su decisión fue buena y habrá que ver si la dejan ir tranquilamente o le empiezan a cerrar puertas, porque poder y dinero les sobra, pero estos son los problemas por los que atraviesan la mayoría de los cantantes cuando se trata de pagar… el precio de la fama.

 

Hay más… pero hasta ahí les cuento.