En contraste con las llamadas “ciudades santuario”, trece condados de Texas pidieron adherirse a un programa del Gobierno de EU para colaborar con las autoridades de migración en la detención de los inmigrantes indocumentados.

 

 

Los trece condados texanos pidieron adherirse a un programa que establece colaborar con la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) para que las policías locales reciban entrenamiento para detener a los indocumentados que identifiquen en sus quehaceres diarios.

 

 

A estos trece condados texanos que solicitaron sumarse al polémico plan, quieren sumarse dos condados de Florida, uno de Virginia, uno de Tennessee y otro de Carolina del Sur.

 

 

Hasta ahora sólo tres agencias policiales texanas participaban este acuerdo voluntario.

 

 

La orden ejecutiva firmada por Trump en enero reclamó al secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, que “inmediatamente” tomase las acciones necesarias para que las autoridades estatales y locales firmasen más acuerdos de este tipo ICE.

 

 

Una vez rubricado este acuerdo con las oficinas del sheriff locales, el gobierno federal entrena durante cinco semanas a los agentes de los condados para formarlos en materia de inmigración.

 

 

A partir de ahí, la policía local, ya está habilitada para, bajo la supervisión de ICE, comprobar el estatus migratorio de cualquier persona que sea sospechosa de no tener documentos, acceder a bases de datos para ver si la persona detenida está registrada y, en definitiva, iniciar los procesos de deportación.