WASHINGTON, DC.- A medida que el Fiscal Especial Robert Mueller avanza, profundiza y expande la investigación sobre la injerencia de Rusia en la elección Presidencial, que consume tiempo y energía de Donald Trump, aumenta la inquietud y el nerviosismo en la Casa Blanca.

 

La investigación del llamado Rusiagate que inició por el robo y difusión en WikiLeaks de mensajes de Hillary Clinton y el Partido Demócrata, creció con detallados reportes de la Inteligencia de EU que involucran directamente al Presidente ruso, Vladimir Putin, y su red de espionaje, que -ahora se sabe- penetró computadoras de 39 estados de la Unión Americana, logrando modificar y eliminar información en algunos.

 

Ademas, la razón por la que Trump comentó a al canciller ruso Sergei Lavror sobre la destitución de James Comey como director del FBI, cuando investigaba a los rusos y las insinuaciones a Dan Coatts, director de Inteligencia, y a Michael Roberts, director de la Agencia Nacional de Seguridad, de que negaran evidencia de la relación del equipo de campaña de Trump con Rusia llevaron a Mueller a ampliar la investigación al Presidente Trump por posible obstrucción de la justicia, según reportes oficiales.

 

Investigación que -de acuerdo a Jordan Libowitz, del Centro de Ciudadanos para Ética y Responsabilidad- involucraría también a funcionarios como el vicepresidente Mike Pence, el Procurador Jeff Sessions y al Subprocurador Red Rosenstain, entre otros.

 

Sobre la injerencia de Rusia en las elecciones, el fiscal Mueller y cuando menos 4 comités de las dos camaras del Congreso, indagan las conexiones de una veintena de colaboradores de Trump con los rusos, pero tanto el presidente como sus más cercanos colaboradores insisten en que “no hay evidencia de colusión de su equipo con el gobierno ruso” y que las investigaciones deben darse por terminadas.

 

Sin embargo, personajes como Michael Flynn coopera ya con los investigadores de Mueller, a quienes entregó documentos, recibos e información sobre sus viajes y encuentros en Moscú, donde asistió a una cena con el Presidente Vladimir Putin.

 

Legisladores consideran que Flynn tiene “las llaves del Reino”, con suficiente información, que podría ser determinante para el desenlace la la investigación.

 

También han aportado información a la Fiscalía Paul Manafort y su ex-socio Roger Stone, íntimo amigo de Trump; además el magnate ruso del aluminio, Oleg Deripaska, señalado como uno de los asociados de Trump, también ofreció cooperar con los Comités de Inteligencia del Senado y Camara Baja, que investigan la injerencia rusa en la elección presidencial.

 

Los investigadores esperan también obtener información de suma importancia de Brad Parscale, director digital de la campaña de Trump, de quien investigadores del Congreso esperan recibir un testimonio jurado sobre el posible intercambio de información entre hackers rusos y el equipo de Trump, así como de eventual apoyo técnico o financiero.

 

Adicionalmente quieren saber si tienen información sobre el nivel de la penetracion de los hackers rusos en el sistema electoral computadorizado de 39 estados de la union americana.

 

aarl